Para mucha gente alrededor del mundo un viaje en crucero es el paraíso en la tierra o las vacaciones soñadas. Es lo que seguramente pensaron las miles de personas que decidieron comprar un boleto en los cruceros de lujo Diamond Princess y World Dream.
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Pero de pronto se cruzó en el camino el nuevo coronavirus, que hoy causa estragos en China y tiene en alerta al resto del planeta. Y el viaje de placer se ha convertido en una molesta pero necesaria cuarentena debido a los infectados a bordo. Y entonces, a mal tiempo buena cara. Y mucha paciencia.
El caso más serio acontece en Yokohama, al sur de Tokio (Japón), donde el buque Diamond Princess -con 2.666 pasajeros y 1.045 tripulantes a bordo- se encuentra en cuarentena desde el lunes 3. Llegó allí luego de tocar los puertos de Hong Kong, Okinawa y Kagoshima, estos dos últimos en suelo japonés. Se piensa que un infectado subió en Hong Kong y contagió a los demás.
Las autoridades niponas han confirmado que 20 personas han dado positivo por la neumonía que causa el coronavirus surgido en la ciudad china de Wuhan. Se trata de siete japoneses, tres estadounidenses, tres hongkoneses, dos canadienses, dos australianos un neozelandés, un filipino y un taiwanés, con edades comprendidas entre los 50 y 70 años.
El Diamond Princess (DP) es uno de los 16 barcos de la compañía Princess Cruises, que fue fundada en 1965 y que se hizo famosa en los años 80 por la serie de televisión “El Crucero del Amor”, donde aparecieron dos de sus buques, el Island Princess y el Pacific Princess.
Volviendo al DP, está en funcionamiento desde el 2004 y se ubica dentro de la categoría Clase Grand de la empresa, solo por debajo de la Clase Royal.
Apretados en cabinas diminutas
Aproximadamente la mitad de los pasajeros a bordo del DP son japoneses y ayer la embarcación fue trasladada mar adentro, donde deberá cumplir la cuarentena, que puede estirarse hasta por dos semanas, el período calculado para la incubación del virus. Unas 270 personas a bordo del DP, que tenían potenciales síntomas, están siendo evaluadas.
Mientras esto sucede, pasajeros y tripulantes deben permanecer a bordo, alejados de los que están hospitalizados. “Haremos todo lo posible para evitar cualquier propagación del virus”, ha remarcado el primer ministro japonés, Shinzo Abe. “El resto de pasajeros y tripulantes no podrán desembarcar por el momento”.
Todos ellos deben pasar la mayor parte del tiempo en sus camarotes, algo con lo que no contaban cuando el 20 de enero subieron al DP para un viaje de Japón a Hong Kong, ida y vuelta, con buena comida y divertidos paseos a lo largo de la travesía.
La agencia Reuters ha difundido la historia del estadounidense Sawyer Smith, de 25 años, quien está en el DP con su hermano y sus abuelos Clyde y Renee, ambos de 80 años.
“No tenemos ventana, somos cuatro y hay una sola silla”, le ha contado Sawyer por teléfono a los periodistas de dicha agencia sobre su estadía forzada en una cabina diminuta de 6x9 metros.
“Si mis abuelos hubieran tenido síntomas hubiéramos estado más preocupados”, dice Sawyer, quien añade que pasan el tiempo leyendo o viendo películas, entre ellas “Aquaman” y “Crazy Rich Asians”. Y es que las visitas al gimnasio o a la piscina están bastante restringidas sino del todo prohibidas.
Sawyer, que ganó hace unos días un concurso en el barco de las piernas más sexys, ahora hace planchas y abdominales en la habitación.
El personal del DP se afana en que todos los pasajeros tengan un buen desayuno con pasteles, yogurt con granola, frutas y huevos duros, además de sándwiches a lo largo del día en las habitaciones.
“No estamos realmente en el punto en que podamos decir que nos estamos volviendo locos”, señala Sawyer. “Ahora bien, si nos mantienen en las habitaciones durante cuatro o cinco días, podría ser un poco diferente”.
Ejercicios de taichi en cubierta
Mientras tanto, a casi 3.000 km de allí, en Hong Kong otras 3.600 personas continúan atrapadas en el World Dream (WD), crucero operado por la naviera Dream Cruise, debido a que ocho turistas chinos que habían participado en un viaje anterior en tal buque dieron positivo por coronavirus.
Ninguno de los pasajeros del WD, el 90% de los cuales son hongkoneses, se cruzó con esos ocho infectados, aunque parte de la tripulación sí lo hizo. Hasta el momento, cuatro empleados han sido hospitalizados.
Para matar el tiempo, y en vista de que aún no han sido confinados en sus habitaciones, muchos pasajeros realizan ejercicios o taichi en la cubierta del buque, mientras otros fuman.
El operador del World Dream, que está en servicio desde noviembre del 2017, ha facilitado productos de primera necesidad como comida para bebes o medicamentos a algunos pasajeros concretos. En una radio local, el experto en enfermedades respiratorias y profesor de la Universidad de Hong Kong David Hui Shu-Cheung afirmaba que, debido a que los ocho ciudadanos chinos que dieron positivo lo hicieron el día 24 de enero, mañana debería cumplirse el período de cuarentena establecido de 14 días, por lo que sería posible que las autoridades permitiesen el desembarco.
En realidad, el WD debió haber atracado el martes último en el puerto taiwanés de Kaohsung, pero las autoridades de esa ciudad le denegaron la entrada. Fue entonces que apareció la excolonia británica como lugar de desembarco.
Por cierto, las autoridades sanitarias de Taiwán han prohibido la entrada de todos los cruceros internacionales desde hoy.