Simferopol, Ucrania (Reuters). El parlamento de Crimea votó el jueves unánimemente a favor de unirse a Rusia, y su Gobierno respaldado por Moscú dijo que en 10 días se celebrará un referendo sobre la decisión, en una dramática escalada de la crisis en torno a la península de Ucrania en el Mar Negro.
El nuevo cambio de la situación para colocar a Crimea, cuya mayoría étnica es rusa y ha sido efectivamente ocupada por fuerzas rusas, formalmente bajo el Gobierno de Moscú, se conoció en momentos en que los líderes de la Unión Europea se reúnen en una cumbre de emergencia para examinar mecanismos que permitan presionar a Rusia a fin de que retire sus fuerzas.
El Parlamento de Crimea votó unánimemente "para ingresar a la Federación Rusa con los derechos de un ente de la Federación Rusa".
El viceprimer ministro de Crimea, Rustam Temirgalie, cuya región es sede de la base militar rusa en el Mar Negro, en Sevastopol, dijo que el referendo para determinar la anexión a Rusia se celebrará el 16 de marzo.
El anuncio, que diplomáticos dicen que no pudo hacerse sin el consentimiento del presidente ruso Vladimir Putin, aumenta las tensiones en la más grave confrontación entre Occidente y Oriente desde el fin de la Guerra Fría.
Lejos de buscar una solución diplomática, Putin parece haber decidido crear hechos en el terreno antes de que Occidente acuerde lanzar medidas en su contra.
CONTEXTO
En tanto, líderes de la Unión Europea se preparaban el jueves para advertir pero no sancionar a Rusia por su intervención militar en Ucrania, después de que Moscú rechazó esfuerzos diplomáticos occidentales para que el país retirara sus fuerzas de Crimea y las regresara a sus bases.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, no quiso reunirse con su nueva contraparte de Ucrania ni lanzar un "grupo de contacto" para buscar una solución a la crisis el miércoles en París, pese a la presión del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y de colegas europeos.
Kerry y Lavrov volverán a reunirse el jueves.
La tensión era alta en la región de Crimea, en el sur de Ucrania, donde el enviado especial de la ONU Robert Serry fue rodeado por una multitud hostil que gritaba "¡Rusia! ¡Rusia!", lo que obligó al holandés a volver a su avión y partir rumbo a Estambul.
CUMBRE DE EMERGENCIA
Es improbable que una cumbre de emergencia de la Unión Europea en Bruselas adopte más que medidas simbólicas contra Rusia, el mayor proveedor de gas de Europa, porque ni la potencia industrial Alemania ni el centro financiero Gran Bretaña quieren incursionar en ese camino.
Estados Unidos ha dicho que está listo para imponer sanciones, como prohibiciones de visas, el congelamiento de activos de funcionarios rusos y restricciones sobre vínculos empresariales en días en vez de semanas.
El rublo ruso se debilitó más el jueves, pese a la intervención del banco central, debido a lo que analistas de VTB Capital llamaron "la prima de riesgo político".
La cumbre de la Unión Europea, corta e informal, estará mayormente consagrada a mostrar respaldo hacia el nuevo Gobierno pro occidental de Ucrania, representado en las conversaciones de Bruselas por el primer ministro Arseny Yatseniuk, pese a que Kiev no es miembro de la Unión Europea ni un candidato reconocido para integrar el bloque.