Tras una década de trabajo duro, Natalie Brown había hecho de su blog un próspero negocio.
Y, de repente, todo el contenido desapareció.
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“Me sentí fatal. Poco a poco me di cuenta de que se había esfumado sin más”, afirma Brown, bloguera sobre temas de crianza y autora de Confessions of a Crummy Mummy (“Confesiones de una mala madre”).
El contenido estaba alojado en Gridhost, un proveedor de internet en la nube que cerró en noviembre. Brown no recibió aviso previo sobre el cierre porque su blog fue creado por una tercera empresa que había dejado de operar.
Y tampoco tenía acceso a la copia de seguridad del blog, ya que Gridhost también la alojaba en la nube.
Siguieron días de estrés y muchas lágrimas.
Contenido difícil de recuperar
La computación en la nube -que almacena en centros de datos remotos la información y el software, a los cuales se accede a través de Internet- es cada vez más popular.
Permite a las pequeñas empresas, por ejemplo, configurar instalaciones de procesamiento de datos o correo electrónico sin tener que operar su propia infraestructura tecnológica.
Pero cuando las cosas van mal, las consecuencias pueden ser nefastas.
Los servicios en la nube pueden sufrir interrupciones intermitentes o apagones totales causados por fallos técnicos, ciberataques o incluso rayos.
En el caso de Brown, su blog es una fuente directa de ingresos. Las empresas que fabrican productos para madres le pagan por promocionarlos o publicar cierto contenido en su blog.
"Literalmente, pone comida en nuestra mesa", asegura Brown.
Explica que el propietario de Gridhost, la empresa tsoHost, no le permitió acceder a los datos de su blog y solo pudo recuperarlos tras pedir ayuda a su antiguo desarrollador web. "Él dijo que le llevó unas seis horas negociar con ellos", recuerda.
Ahora el blog está activo de nuevo en otra plataforma y Brown ha hecho copias de seguridad con un proveedor independiente.
Un portavoz de tsoHost anunció que la empresa intentó contactar a los clientes antes del cierre de Gridhost, y agregó: "Entendemos que es decepcionante la decisión de retirar la plataforma de Gridhost, y tsoHost trabaja en estrecha colaboración con los clientes para asistir en las migraciones".
La cara y la cruz de la nube
El uso de servicios en la nube, por definición, hace que una empresa dependa de un tercero, indica Vili Lehdonvirta, del Instituto de Internet de Oxford y autor de Cloud Empires ("Imperios de la nube").
"¿Qué es la nube? Bueno, la nube es la computadora de otra persona", afirma.
Y los fallos en las nubes no son inusuales. Amazon Web Services, el mayor proveedor mundial en la nube, sufrió en diciembre de 2021 una interrupción parcial que afectó a miles de clientes.
Además, a veces los servicios en la nube se suspenden, como es el caso de Gridhost. Google retirará su plataforma en la nube IoT Core el próximo agosto. La gente la usaba para conectar sus dispositivos inteligentes domésticos, entre otras cosas.
Según datos de la consultora Uptime Institute, aunque la nube no se está volviendo menos fiable en general, sí son más comunes las interrupciones con un alto costo.
"Más del 60% de los fallos resultan en al menos US$100.000 en pérdidas totales, un aumento sustancial del 39% en relación a 2019", indica la entidad.
Kristina McElheran, de la Universidad de Toronto, afirma que la computación en la nube es cada vez más popular entre las empresas.
Ella y sus compañeros realizan encuestas periódicas a gran escala en cientos de miles de empresas de EE.UU. Citando otra investigación, ella también señala que el cambio al trabajo remoto durante la pandemia ha acelerado aún más la adopción de la nube.
"La nube cambia las reglas del juego para la supervivencia, el crecimiento y la productividad de los jóvenes, especialmente de los jóvenes y pequeños", explica la doctora McElheran, en referencia a las empresas emergentes. "Pero aquí es donde está la otra cara de la moneda: pierden el control".
Otro negocio afectado
La propietaria de una pequeña empresa que conoce esto muy bien es Pokey Bolton, artista y organizadora de eventos en el Valle de Napa, California.
A principios de diciembre de 2022 su proveedor de correo electrónico en la nube, Rackspace, sufrió un ataque de ransomware que afectó a miles de clientes.
"Estoy furiosa", dice. Ocurrió en un momento particularmente delicado, porque a principios de diciembre es cuando Bolton suele recibir muchas reservas para sus talleres anuales de artesanía en enero.
"Esa es mi gran fuente de dinero, es clave para mi negocio", lamenta.
Esperaba que se registraran cientos de personas pero, al no haber tenido acceso al correo electrónico por varios días, no está segura de cuántos clientes ha perdido este año.
Bolton cambió de proveedor de correo electrónico y asegura que intentó cerrar su cuenta de Rackspace, pero no recibió confirmación por escrito. Tampoco sabe si los piratas informáticos accedieron a sus cuentas de correo, que contenían algunos datos de clientes y otra información confidencial.
Una portavoz de Rackspace afirmó que la empresa pudo ayudar a más de tres cuartas partes de los clientes afectados a configurar nuevos servicios de correo electrónico en otra plataforma. "Nos estamos comunicando de manera proactiva individualmente con aquellos que aún necesitan asistencia", agregó.
El profesor Lehdonvirta, por su parte, destaca la importancia de apreciar las ventajas de la computación en la nube, particularmente en términos de tiempo de actividad, término que indica cuánto tiempo funciona un sistema informático sin fallar.
"Pese a estas interrupciones importantes (los proveedores de la nube) pueden ofrecer tiempos de actividad increíbles, muy difíciles de lograr en una operación de menor escala", explica.
Además, el software que se ejecuta en la nube puede recibir las últimas actualizaciones al instante, lo que ayuda a mantenerlo seguro.