El escándalo que ronda la Casa Real española empezó desde que el yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarin, fuera acusado de malversación de fondos públicos en diciembre de 2011. A partir de entonces se hizo mundialmente famoso el Instituto Nóos. ¿Qué es esta organización y cómo así ha hecho tambalear a la infanta Cristina y, con ella, a la familia real?
El Instituto Nóos es una entidad fundada en 1999 con sede en Barcelona, que se declaraba sin fines de lucro y cuya misión era realizar investigaciones de interés general, promover la responsabilidad social y ser un lugar de encuentro entre el sector empresarial y la administración pública.
A fines del 2011, el juez español José Castro imputó a Iñaki Urdangarín, esposo de la infanta, y a su ex socio Diego Torres por el desvío de 6,1 millones de euros de dinero público a través del Instituto Nóos. Urdangarín presidió esta sociedad entre el 2004 y el 2006, años en los que firmó contratos con las autoridades regionales de Baleares y Valencia para la organización y promoción de un congreso relacionado con el deporte.
EL DINERO DESVIADO
La investigación judicial determinó que una cantidad desproporcionada de dinero que el instituto cobró por dichos convenios habría ido a parar a una red de empresas privadas que dependían del instituto. Según Castro, el Instituto Nóos era una estructura de la cual se servía la pareja para defraudar a Hacienda y realizar facturaciones ficticias.
Cristina era hasta el 2006 miembro del comité de dirección de Nóos y, de acuerdo con el juez, estaba perfectamente al tanto de todo. La justicia se ha interesado especialmente por las cuentas de otra empresa, Aizoon, detentada al 50% por ambos esposos y que habría servido de sociedad fantasma por la que habrían pasado los fondos desviados. De ahí que hoy la hija menor del rey sea acusada de los presuntos delitos de blanqueo de dinero y fraude fiscal.
Cuando el escándalo estalló, el esposo de Cristina fue apartado de las actividades oficiales de la familia real. La infanta se mudó el año pasado a Suiza, donde trabaja para la fundación social de La Caixa (una caja de ahorros española, con sede en Barcelona), mientras que su esposo continúa viviendo en España.