Luego de casi tres meses de intensos ataques aéreos y terrestres contra la franja de Gaza, Israel se está preparando para una guerra contra Hamás que se prolongará en el 2024. El anuncio más relevante hasta ahora es el reajuste de las tropas israelíes desplegadas en el enclave palestino, lo que significa una nueva fase en el conflicto con el grupo islamista palestino.
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El lunes 1, las autoridades israelíes anunciaron que el ejército reduciría sus tropas en Gaza este mes y pasaría a una fase de varios meses de operaciones de “limpieza” más localizadas.
Según los medios israelíes, la medida implica que el Ejército retirará cinco brigadas, con lo que parte de los más de 360.000 soldados reservistas que movilizó tras el estallido la guerra en octubre volverán a casa. Sin embargo, no está claro si la medida supone una rotación rutinaria o podría marcar el camino a otra fase de guerra.
Desde el estallido del conflicto Israel ha dejado Gaza en escombros con sus bombardeos incesantes sobre la infraestructura del lugar. La operación terrestre también ha sido intensa y ha estado focalizada en localizar a los jefes de Hamás escondidos en la red de túneles que está bajo el enclave.
Israel ha afirmado que, además de que los soldados vuelvan a sus hogares, la reducción de tropas permitiría apuntalar la economía de Israel y liberar unidades en caso de un conflicto más amplio en el norte con Hezbolá, apoyada por Irán, en Líbano.
Estados Unidos, aliado de Israel, considera que la decisión parece indicar el inicio de un cambio hacia operaciones de menor intensidad en el norte del enclave palestino. La comunidad internacional ha insistido a favor de un alto el fuego a medida que aumenta el número de muertos.
Ojos en el sur
Hasta ahora, lo más duro de la ofensiva israelí se centró en el norte de la franja de Gaza, de donde miles de palestinos tuvieron que huir para evitar los bombardeos. El objetivo actual está en el sur del enclave, donde se cree que se esconden altos líderes de Hamás.
Los tanques ya se han retirado de distritos como el de Al-Mina, en la ciudad de Gaza, y de partes del distrito de Tel al-Hawa, aunque, según residentes citados por la agencia Reuters, mantienen algunas posiciones en el suburbio que controla la principal carretera costera del enclave.
En el sur del enclave palestino, en Jan Yunis, la inteligencia israelí guió a las tropas para realizar “una incursión selectiva en complejos operativos donde se almacenaban armas y se dirigían actividades terroristas”, precisó.
Las brigadas varían en tamaño, hasta aproximadamente 4.000 soldados. El ejército israelí no ha revelado cuántas tropas ha desplegado en Gaza.
“Lo que queda es lucha contra las brigadas de Hamás que están en el centro y al sur de la franja. Veo que la estrategia de Israel sería dejar una cantidad reducida de fuerzas para limpiar los ductos que Hamás tiene en la parte norte. Y concentrar las fuerzas que quedan en el centro y en el sur, sobre todo contra los reductos de Hamas, en la zona de Khan Younis”, dice a El Comercio el analista internacional Roberto Heimovits.
Nueva fase
Pese al anuncio de retirada de soldados, los combates continuaron este martes 2 en otras partes del enclave palestino junto con intensos bombardeos, sobre todo en el centro y el sur del enclave. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que Israel no detendrá la guerra hasta lograr su objetivo de acabar con Hamás y desmantelar su infraestructura armada.
“Los objetivos de la guerra requieren combates prolongados y nos estamos preparando en consecuencia”, dijo anoche el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, quien aseguró que el aparato de Defensa adapta “la forma de hacer la guerra y las fuerzas necesarias en cada zona” del enclave.
Hagari enfatizó que la medida de desmovilizar a algunos soldados no sugería ningún cambio en el compromiso de Israel de continuar luchando hasta que destruir a Hamás.
Para los expertos, es claro que Israel busca reducir en cierto momento la intensidad de su ofensiva y entrar en una nueva fase del conflicto con menor presencia de soldados en la franja y ataques más selectivos contra el grupo islamista Hamás.
Heimovits señala que el alto mando israelí y el gobierno consideran que han tenido un avance significativo en la mitad norte de la franja de Gaza, que incluye la ciudad de Gaza, y que ya han logrado capturar o matar a la mayor parte de los terroristas de Hamas que había allí.
“Por eso ahora ven que tienen la posibilidad de reducir en algo el número de brigadas. Estamos hablando de cinco brigadas, tres que son del Ejército permanente, que no serían precisamente desmovilizadas, sino que regresarían a Israel, donde entrenan a otras tropas. Hay una brigada de infantería que entrena dos tropas, otra brigada blindada y otra brigada de la escuela de oficiales”, explica a El Comercio.
“Estamos hablando de miles de soldados, pero la mayoría de fuerzas que están en la franja se quedan ahí”, añade.
El analista militar Amir Bohbot comentó en el diario digital israelí Walla que el Ejército “quiere pasar a la siguiente etapa de la guerra con ataques más concentrados desde aire y tierra”, y a su vez el aparato de Defensa espera tener guías más claras sobre la estrategia a seguir a largo plazo por parte del Gobierno.
“La retirada es una clara señal de que la lucha está entrando en una nueva fase, en línea con lo que Estados Unidos ha estado pidiendo. Veremos más ataques y operaciones de precisión contra el liderazgo de Hamás y los militantes de Hamás en el futuro”, dijo al diario The New York Times Mark C. Schwartz, un teniente estadounidense jubilado que anteriormente se desempeñó como coordinador de seguridad estadounidense para Israel y la Autoridad Palestina.
Otro punto clave en la estrategia a futuro es el destino de los rehenes que siguen en poder de Hamás. Los terroristas secuestraron a 240 personas el 7 de octubre del año pasado e Israel cree que 129 siguen retenidos en Gaza después de que algunos fueran liberados durante una breve tregua y otros murieran durante ataques aéreos e intentos de rescate o huida.
“Israel tiene dos objetivos: eliminar a Hamás como fuerza militar en la franja y rescatar a los rehenes que quedan. Yo creo que Israel se va a concentrar en la primera porque una gran mayoría de la población y de los partidos políticos opinan que ya no es posible convivir con un movimiento terrorista y virulentamente antisemita que tiene presencia militar en la franja. Probablemente, el gobierno israelí piensa que aumentando la presión militar sobre Hamás puedan convencerlos de que liberen a más rehenes”, concluye Heimovits.
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