Juan XXIII, que reinó entre 1958 y 1963 y convocó al modernizador Concilio Vaticano Segundo, y Juan Pablo II, que lideró la Iglesia Católica por 27 años antes de su muerte en 2005 y cuyos viajes alrededor del mundo lo convirtieron en el pontífice más popular de la historia, son declarados santos por el Papa Francisco.
Más de 1 millón de personas han inundado Roma, y muchos de ellos la Plaza de San Pedro, para la ceremonia en la que el Sumo Pontífice actual elevará a dos de sus predecesores a lo que la iglesia denomina "la gloria de los altares".
Enormes pantallas de televisión han sido desplegadas en toda la ciudad para complacer a los espectadores. A continuación, la transmisión en vivo: