El líder ruso, Vladimir Putin, recibió hoy al presidente de Bolivia, Luis Arce, en la primera reunión oficial entre ambos mandatarios, que hicieron votos por profundizar su cooperación nuclear y energética en el marco del Foro Económico de San Petersburgo. “¡Bienvenido a Rusia!”, dijo al comienzo de la reunión Putin, que agradeció a su homólogo que mantenga la misma política de amistad hacia Rusia que sus predecesores.
La reunión tuvo lugar en el suntuoso Palacio de Constantino, la residencia campestre del jefe del Kremlin en su ciudad natal, ya que Arce es la estrella invitada al foro con el que Rusia intenta revertir la imagen de país sumido en un creciente aislamiento por la guerra en Ucrania.
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Primera visita de Arce a Rusia
Putin recordó que no sólo es la primera reunión entre ambos líderes, sino también la primera visita a Rusia de Arce como jefe de Estado.
“Estamos contentos de verle (...) Estoy seguro de que usted tendrá una destacada contribución al trabajo del foro”, comentó Putin, que animó a Arce a participar activamente en los debates que tienen lugar estos días en la antigua capital zarista, a lo que éste accedió gustosamente.
Al igual que Putin, que presidirá como es tradición el plenario, Arce intervendrá el viernes ante representantes de más de un centenar de países, en lo que le ayudará, según el líder ruso, su formación económica.
Muy amigo de las cifras, también admitió que el volumen del intercambio comercial bilateral es modesto, pero muestra tendencia al alza y destacó que sus fundamentos son “sólidos”. Según datos oficiales, los intercambios alcanzaron casi los 100 millones de dólares en 2023, lo que significa 2,3 veces más que el año anterior.
Hermano presidente
Por su parte, Arce agradeció la invitación rusa a un foro “tan importante” y adelantó que mañana expondrá en San Petersburgo “la experiencia boliviana”, en alusión al “modelo económico” vigente en el país andino desde 2006.
Es el conocido como Modelo Económico Social Comunitario Productivo, que, según analistas y opositores, es caduco y ha sumido al país en una crisis, cuyos principales indicadores son la falta de dólares y la caída de la producción e ingresos por hidrocarburos.
“Muchas gracias hermano presidente (...) Tenemos mucha agenda” que tratar, aseguró y se mostró también dispuesto a compartir con el auditorio del foro “proyectos y sueños, que podemos realizar juntos”.
En particular, Arce se congratuló del apoyo “del amistoso gobierno ruso” a diferentes proyectos de inversión en Bolivia, entre los que figura la explotación de gas por el gigante Gazprom y el tendido de vías ferroviarias.
Tras la reunión, ambos dirigentes almorzaron en el mismo palacio, con un menú que incluía bacalao y cangrejo de Kamchatka, un manjar en esta zona del mundo.
Cooperación nuclear
Putin destacó que las grandes perspectivas de la cooperación ruso-boliviana radican en gran medida en las altas tecnologías.
En particular, recordó que el consorcio atómico ruso, Rosatom, ya ha puesto en marcha el centro radiofarmacológico de El Alto, el mayor de América Latina, lo que ha permitido satisfacer la demanda de fármacos de las clínicas bolivianas, además de curar a enfermos de cáncer y formar a especialistas en energía nuclear.
Por su parte, Arce aludió a la explotación industrial de los yacimientos de litio, una gran oportunidad de energía limpia para Bolivia y el resto del mundo, a través de la fabricación de baterías poco contaminantes.
De hecho, el líder del país andino se reunió esta mañana con el director de la corporación atómica rusa, Rosatom, cuya cooperación permitió la creación en El Alto del primer centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear de la región.
En diciembre pasado Bolivia suscribió con la compañía rusa Uranium One, adscrita a Rosatom, un contrato para la construcción de una planta para el procesamiento de carbonato de litio en el departamento de Potosí.
Nuevo orden mundial
No trascendió que ambos dirigentes hayan abordado hoy la situación internacional, aunque es bien sabido que Bolivia es un abanderado de la lucha contra el imperialismo estadounidense y, de hecho, el tema del foro son los pilares del nuevo orden multipolar que promueven Rusia y China.
El gobierno de Arce, que también pronuncia hoy una conferencia en la Universidad de San Petersburgo, que le otorgará un Doctor Honoris Causa, se ha abstenido en la ONU de condenar la campaña militar rusa en Ucrania.
Según adelantó el Kremlin, Putin y Arce tenían previsto abordar la propuesta de Bolivia de entrar a formar parte del grupo de economías emergentes BRICS -Rusia ostenta actualmente la presidencia-, que La Paz ve como una herramienta “para quebrar la hegemonía de Estados Unidos”.
Arce arrancó la visita con una ofrenda floral en memoria de los caídos en la Gran Guerra Patria, el episodio soviético de la Segunda Guerra Mundial, contienda en la que murieron casi 27 millones de ciudadanos de la Unión Soviética.
Acompañado de la delegación oficial boliviana, el presidente colocó un ramo de flores en el monumento a la Madre Patria en el cementerio memorial de Piskariovka, la mayor fosa común de toda Rusia.
Según los historiadores, acoge casi medio millón de caídos, en su mayoría muertos por inanición durante el Bloqueo de Leningrado (1941-44), de los que apenas 150.000 han sido identificados.
En una demostración de que la orientación de la política exterior del Kremlin al hemisferio sur, incluida América Latina, es una realidad, al foro también asisten representantes de Venezuela y Nicaragua.
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