Un tribunal de Costa de Marfil ha condenado a Simone Gbagbo, conocida como la "dama de hierro", a 20 años de cárcel por su implicación en la ola de violencia que siguió a las elecciones de 2010 y que causó 3.000 muertos y cientos de miles de desplazados.
La ex primera dama cumplirá una pena dos veces superior a la solicitada por la propia Fiscalía, lo que ha llevado a la defensa a calificar el fallo de "una decisión puramente política".
La esposa de Laurent Gbagbo ha sido declarada culpable de "atentar contra la seguridad del Estado, participar en un movimiento de insurrección y perturbar el orden público", según el fallo del tribunal marfileño.
La crisis se produjo tras la segunda vuelta de las presidenciales en noviembre de 2010, cuando el entonces presidente saliente, Laurent Gbagbo, se negó a aceptar su derrota y ceder el poder al actual jefe de Estado marfileño, Alassane Ouattara, a pesar de la presión internacional para que abandonara la presidencia.
La disputa electoral derivó en un conflicto armado que terminó en abril de 2011 gracias a la intervención de Naciones Unidas y Francia.
Mientras que el exmandatario permanece detenido desde 2012 en la Corte Penal Internacional (CPI), donde será juzgado por crímenes contra la humanidad, el Gobierno de Costa de Marfil reclamó juzgar en los tribunales locales a su esposa, apodada entonces "dama de hierro" por la agresividad de sus discursos y su influencia política.
El proceso a la ex primera dama, iniciado el pasado diciembre, concluyó ayer con un veredicto unánime de culpabilidad y una pena el doble de lo solicitado por el fiscal.
Los abogados de la ex primera dama ya han anunciado que presentarán un recurso de casación contra la sentencia, que consideran una "decisión política".
"Me avergüenzo de la Justicia marfileña", lamentó ante la prensa Rodrigue Dadjé, uno de los abogados de Gbagbo, al conocerse la sentencia.
Por el contrario, el abogado del Estado marfileño, Soungalo Coulibaly, valoró que el veredicto pone fin a la "impunidad en Costa de Marfil".
El hijo del expresidente Laurent Gbagbo, Michel, ha sido condenado a cinco años, mientras que el presidente del entonces partido gobernante Frente Popular Marfileño, Pascal Affi N'Guessan, cumplirá 18 meses de cárcel.
La ex primera dama de Costa de Marfil negó durante el proceso todas las acusaciones de la Fiscalía en relación a su papel en los episodios de violencia postelectoral.
A pesar de no haber contado con ningún aliado internacional, la ex primera dama sigue pensando que su marido "fue el vencedor de las elecciones de 2010" y considera ilegal la subida al poder de Ouattara.
Después de seis meses de combates y una semana de asedio a la residencia presidencial, las fuerzas leales a Ouattara, con el apoyo del Ejército francés y de fuerzas de la ONU, detuvieron a Laurent Gbagbo y a su esposa en abril de 2011.
Las autoridades marfileñas se negaron a entregar a la CPI a Simone Gbagbo alegando que era preferible que compareciera ante un tribunal de su propio país.
Simone, quien siempre fue considerada el gran poder tras la figura de Gbagbo -presidente del país desde el año 2000- era temida por su supuesta relación con los "escuadrones de la muerte" que atacaron al rival político de su marido.
Su extremismo verbal le llevó a comparar al presidente francés, Nicolas Sarkozy, con "el demonio", y fue encarcelada en varias ocasiones por criticar públicamente al primer presidente marfileño, Felix Houphouet-Boigny.
La Justicia marfileña decidió juzgar a Simone Gbagbo y a otros 80 altos cargos del régimen de su marido por atentado contra la seguridad del Estado, intento de golpe de Estado, rebelión, tribalismo y xenofobia, entre otros cargos.
Fuente: EFE