Antifa es un colectivo conformado por grupos heterogéneos con el objetivo común de lograr cambios mediante el uso de la acción directa. El grupo está involucrado en las violentas manifestaciones ocurridas tras la muerte de George Floyd en Estados Unidos. En la imagen, miembros de Antifa protestando en Charlottesville en el 2017. (Getty Images)
Antifa es un colectivo conformado por grupos heterogéneos con el objetivo común de lograr cambios mediante el uso de la acción directa. El grupo está involucrado en las violentas manifestaciones ocurridas tras la muerte de George Floyd en Estados Unidos. En la imagen, miembros de Antifa protestando en Charlottesville en el 2017. (Getty Images)

Desde sus orígenes en la Revolución Francesa, el , con su propuesta de emancipación total del hombre de todo tipo de autoridad y de opresión, ha ejercido gran influencia. La razón es sencilla: su promesa igualitaria ha sido el hogar del descontento de ciertos sectores de la sociedad, a tal punto que uno de sus teóricos, el francés Pierre-Joseph Proudhon (1809–1865), no dudó en definirlo como “el sueño de románticos desesperados”.

Antagonista eterno del marxismo por su oposición a toda forma de Estado, el anarquismo asumió tempranamente la práctica del terrorismo fundado en el principio de la “propaganda por el hecho” con el fin de despertar a las masas apáticas. Así se hizo celebre en la Belle Époque (1870–1914) por sus atentados contra jefes de Estado y de gobierno en Europa y América. Era tan seductora la visión de una sociedad sin Estado, gobierno, ley y propiedad en la cual las instituciones corrompidas desaparecían y el hombre fuera libérrimo que, en los años precedentes al estallido de la Primera Guerra Mundial, seis jefes de Estado o de Gobierno del mundo fueron asesinados en nombre de ese ideal.

Por otra parte, los atentados terroristas iban de la mano con una intensa acción sindical, pues para los anarquistas los conflictos laborales eran la chispa de una revolución. Para fines del siglo XIX. ya estaba bien establecida la fusión de sindicalismo y terrorismo en la idea del sindicalismo revolucionario.

El anarquismo en Estados Unidos comenzó su andadura en 1886, tras la condena a muerte de ocho anarquistas por el asesinato de siete policías durante una manifestación en favor de la jornada laboral de ocho horas en Chicago. La silueta del patíbulo con los cuerpos colgando de cuatro de los ocho condenados se convirtió en su seña de identidad. Quince años después, el revólver del polaco–americano León Czolgosz daba muerte al presidente William McKinley durante su visita a la Exposición PanAmericana de Buffalo, Nueva York. El perfil psicológico del asesino de McKinley dio pie para que se estableciera como imagen prototípica del anarquista la del perro rabioso.

En las postrimerías de la Gran Guerra, el anarquismo violentista experimentó un renacer en EE.UU. y protagonizó una serie de huelgas revolucionarias y atentados terroristas. Así, pues, El Comercio informaba sobre el particular en abril de 1920: "Se ha logrado establecer de una manera más o menos cierta que los trescientos o más conflictos obreros que se han producido en estos últimos tiempos en Estados Unidos y en Canadá, se deben principalmente no a la mala situación económica de los obreros, sino a cierta propaganda tenaz que viene haciendo en todos los países de la Tierra una asociación universal que se conoce con el nombre de IWW, “Industrial Workers of the World”, osea los trabajadores industriales del mundo.

"Antes de que los propagandistas aparecieran en el suelo norteamericano los obreros eran conscientes de su situación y del lugar que les correspondía en el orden social y en la repartición de la riqueza de su país. Pero los agitadores han pintado con números fantásticos las ganancias de los capitalistas y han logrado de ese modo atraerse las simpatías de los trabajadores, que sin mirar muy detenidamente la cuestión se hanlanzado por el camino de exigir por medio de continuas huelgas, lo que creen que les corresponden legítimamente.

"Actualmente hay tres grandes movimientos revolucionarios en los Estados Unidos. Cada uno de ellos coopera estrechamente con los otros; todos tienen jefes astutos cuyo objetivo principal es provocar un caos industrial que finalmente acarree la destrucción del sistema social actual entronizando una dictadura de una sola facción de la sociedad norteamericana.

Dichos movimientos revolucionario inauguraron hace dos años sus trabajos en forma intensa. Su primera prueba de fuerza la efectuaron en las selvas del norte del estado de Washington. Trescientos cincuenta agitadores peritos invadieron el distrito de Puget Sound, y en menos de dos meses de agitación enérgica, desorganizaron por completo toda la industria de obrajes de aquel estado, y en ese corto espacio de tiempo transformaron a cuarenta y seis mil obreros contentos y conformes en los extremistas descontentos y sospechosos de todo el país”.

Ataque al banco más importante

Amén de la ola de huelgas mencionada, el atentado anarquista más importante de ese momento fue el que aquí recordamos, la carreta-bomba de Wall Street que estalló el 16 de setiembre de 1920. Aquel día, hace ya un siglo, el centro neurálgico del capitalismo estadounidense, Wall Street, sede del banco más importante del mundo, el J.P Morgan, fue el epicentro de la explosión cuyas consecuencias, según testimonios de la época, recordó a muchos testigos la devastación de los campos de batalla.

El diario "The New York Times" informó en su portada del atentado en Wall Street.
El diario "The New York Times" informó en su portada del atentado en Wall Street.

Este atentado –que dejó 36 muertos y cuantiosos daños materiales– fue, hasta 1995, el más luctuoso ocurrido en suelo estadounidense durante el siglo pasado. Si bien la investigación policial no llegó a identificar al autor del atentado, quedó suficientemente acreditado que detrás de él se encontraban involucrados los anarquistas.

El principal sospechoso, un inmigrante italiano, Mario Buda, logró escapar a su patria. Buda era colaborador de dos compatriotas también anarquistas, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, quienes posteriormente fueron ejecutados, tras haber sido condenados por robo a mano armada y el asesinato de dos personas en Massachusetts, en 1927. El Caso Sacco y Vanzetti fue una de las causas judiciales más controvertidas de la década de los años veinte del siglo pasado, pues se acusó al juez y al fiscal de predisponer al jurado con su postura antiitaliana, antiinmigrante y antianarquista. Asimismo, la ejecución de los acusados suscitó violentas protestas y atentados terroristas en diversas ciudades del mundo.

La influencia actual

El anarquismo continúa ejerciendo influencia en la izquierda norteamericana. En la llamada “Batalla de Seattle (1999)”, donde miles de personas se movilizaron en las calles de dicha ciudad para hacer fracasar la Ronda del Milenio de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y en el movimiento Occupy Wall Street (2011), una protesta dirigida contra el poder de las empresas y los más ricos en Estados Unidos, los grupos anarquistas tuvieron un rol preponderante.

Antifa –colectivo conformado por grupos autónomos heterogéneos con el objetivo común de lograr cambios mediante el uso de la acción directa– es de clara inspiración anarquista y está involucrado en todas las violentas manifestaciones ocurridas tras la muerte de George Floyd bajo custodia policial en junio pasado, a tal punto que el Gobierno Estadounidense considera su inclusión en su listado de organizaciones terroristas.

En el ámbito cultural el anarquismo estadounidense tiene como expresión “la cultura de la cancelación”, que no es otra que el boicot de toda expresión política, cultural y social considerada por ellos como ofensiva a sus ideales. Esta “cultura” se ha abierto camino del mismo modo que la daga y las bombas hace un siglo, “en gran parte por el silencio que han guardado las partes afectadas (…) que no han hecho nada para desmentir el cúmulo de acusaciones que se hacen al capital”.

La cultura de la cancelación es tan destructiva como las bombas del pasado pues produce miedo en la gente común y obstaculiza el debate público. De ello hemos sido testigos el presente año en acciones tan simbólicamente peligrosas como la vandalización de monumentos públicos y lugares de culto cívico en Estados Unidos.

__________________________

VIDEO RECOMENDADO

Greenpeace levanta una estatua de Bolsonaro de Brasil en los humedales quemados del Pantanal (AFP).-
Greenpeace levanta una estatua de Bolsonaro de Brasil en los humedales quemados del Pantanal (AFP).-

TE PUEDE INTERESAR

Contenido sugerido

Contenido GEC