Donald Trump durante la reunión anual de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) el 29 de febrero del 2020. En esta conferencia se detectaron dos casos de coronavirus. (REUTERS / Yuri Gripas).
Donald Trump durante la reunión anual de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) el 29 de febrero del 2020. En esta conferencia se detectaron dos casos de coronavirus. (REUTERS / Yuri Gripas).
/ YURI GRIPAS
Redacción EC

Washington [AFP]. El presidente Donald Trump defendió el domingo la “perfectamente coordinada” respuesta de Estados Unidos al nuevo en medio de fuertes críticas por los recortes de salud y los errores estratégicos que no han logrado detener su rápida propagación.

El virus llegó a 30 estados de Estados Unidos, matando al menos a 19 personas, mientras que la capital estadounidense anunció su primer caso el sábado y 60 millones de personas en California y Nueva York estaban bajo estados de emergencia.

Trump, acusado de entregar información errónea sobre el brote, culpó a los medios de comunicación en un tuit temprano en la mañana por tratar de hacer que su gobierno “se viera mal” a medida que aumentaban las críticas por los casi 500 casos registrados.

“Tenemos un plan perfectamente coordinado y ajustado en la Casa Blanca para nuestro ataque contra el coronavirus”, tuiteó.

Actuamos de manera muy temprana para cerrar fronteras en ciertas áreas, lo cual fue un regalo del cielo. El vicepresidente está haciendo un gran trabajo. Los medios de noticias falsas están haciendo todo lo posible para que nos veamos mal. ¡Triste!”.

Pero Larry Hogan, el gobernador republicano de Maryland, criticó los mensajes de Trump en torno al brote. El presidente “no se ha comunicado de la forma en que yo lo haría, y en la forma en que me gustaría que lo haga”, dijo a NBC.

Trump ha sido fuertemente criticado por contradecir repetidamente los consejos de los expertos de su administración en sus pronunciamientos públicos sobre el coronavirus.

- Bloqueo de ciudades -

Mientras tanto, las autoridades reportaron que dos personas que asistieron a una reciente conferencia conservadora habían dado positivo por el nuevo coronavirus. Tanto Trump como el vicepresidente Mike Pence, su hombre clave para enfrentar el virus, asistieron a ese evento.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo a NBC que los funcionarios estaban “acelerando drásticamente” las pruebas de coronavirus.

Le dijo a Fox News que no se podía descartar la posibilidad de seguir el ejemplo de Italia de poner en cuarentena a grandes sectores de la población, o incluso ciudades enteras.

“No quieres alarmar a la gente pero, dada la propagación que hemos visto, todo es posible”, dijo.

Un crucero estadounidense afectado por el brote obtuvo autorización para atracar en California el lunes, después de reportar 21 infecciones a bordo.

Preguntado sobre los planes para manejar a las 3.500 personas a bordo del Grand Princess, el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Ben Carson, dijo a ABC que "no quería revelarlos" de momento.

Dijo que habría un plan “72 horas después” de la reunión de Pence con los presidentes ejecutivos de las compañías de cruceros, que se realizó el sábado.

- Culpas al presidente -

Trump ha minimizado la amenaza planteada por la epidemia, que ha matado a más de 3.500 personas desde que emergió en China, sugiriendo que los casos estaban “disminuyendo sustancialmente, no subiendo”.

También prometió falsamente que pronto estaría disponible una vacuna y aseguró, sin tener pruebas, que la estimación oficial de la tasa de mortalidad era “falsa”.

Desde principios de febrero, el gobierno de Trump se enfocó en bloquear los viajes desde China e imponer cuarentenas en un esfuerzo por mantener el virus fuera de Estados Unidos.

Los epidemiólogos aseguran que el esfuerzo de contención inicial puede haber retrasado la llegada del virus, pero acusan a la Casa Blanca de perder el tiempo con una estrategia más bien ligada a la narrativa política que a la preparación interna.

La principal queja ha sido la falta de tests causada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que desarrollan sus propios kits defectuosos, en lugar de utilizar los aprobados por la Organización Mundial de la Salud. Los críticos también señalan profundos recortes en los CDC.

"Muchos funcionarios intervienen en este lío, pero el presidente es la variable crucial", escribió el sábado en The New York Times Jeremy Konyndyk, director de la Oficina de Asistencia para Desastres Extranjeros de la Agencia para el Desarrollo Internacional durante el brote de ébola.

Nueva York se convirtió en el último estado durante el fin de semana en declarar una emergencia ya que el número de pacientes allí aumentó a 89.

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