El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró este sábado el estado de emergencia en Michigan, liberando recursos federales para ayudar a la ciudad de Flint por una situación de agua contaminada, informó la Casa Blanca.
En este estado del norte de Estados Unidos, las autoridades enfrentan una crisis sanitaria de proporciones debido a agua contaminada surgida tras medidas de ahorro aplicadas en la ciudad de Flint, donde viven unas 100.000 personas. El jueves, el gobernador de Michigan, Rick Snyder, remitió una solicitud a Barack Obama para que declarara el estado de emergencia.
Los problemas de polución surgieron luego de que funcionarios del estado de Michigan ignoraron advertencias sanitarias sobre el mal olor del agua y quejas de los residentes que decían que el agua los enfermaba. Hace cuatro años, el gobernador designó un interventor para que tomara el control de las complicadas finanzas de la ciudad de Flint.
La Casa Blanca agregó que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus siglas en inglés) coordinará todos los esfuerzos de recuperación de desastre para "aliviar las adversidades y sufrimientos" de los habitantes.
Snyder informó el sábado que Barack Obama rechazó otro tipo de declaratoria, la de desastres, con base en el requerimiento legal de que tal alivio es para eventos naturales, incendios, inundaciones o explosiones. Pese a la limitación legal, el gobernador dijo que sopesa apelar a fin de agotar "toda oportunidad para proporcionar recursos" para los residentes, dijo su vocero, Dave Murray.
Como parte de un programa de reducción de gastos, la ciudad comenzó en abril de 2014 a consumir agua del Río Flint en lugar de comprarla a Detroit. Allí fue cuando comenzaron los problemas.
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— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) enero 16, 2016
Fuente: AFP/AP
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