Este martes 8 se llevan a cabo las ‘midterm elections’ en Estados Unidos. ¿Qué significa? Que los ciudadanos renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes, así como elegirán a 34 de 100 senadores, 36 gobernadores y numerosas autoridades estatales y locales.
Los resultados afectarán directamente al actual presidente, Joe Biden, y al exmandatario, Donald Trump, quien parece allanar el camino para intentar volver a la Casa Blanca. Y, según las encuestas, los republicanos vencerían a los demócratas y tomarían el control del Legislativo. El sondeo del portal FiveThirtyEight señala que los de Trump “tienen un 54 % de posibilidades de hacerse con el Senado y un 82 % de ganar la Cámara de Representantes”.
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“Si los demócratas reciben una paliza, Trump no esperará para anunciar su candidatura a las presidenciales del 2024 -vaticina el analista argentino radicado en Estados Unidos Hernán Molina-. Habrá tanta efervescencia desde las bases republicanas que él aprovechará el momento para que nadie más se vea beneficiado de la victoria”.
Para Molina, el éxito republicano sería inquietante en tanto que muchos de sus candidatos, y a pesar de que no hay evidencia de fraude, sostienen lo mismo que el exmandatario sobre las elecciones de noviembre del 2020. De hecho, en un reciente mitin en Miami-Dade, Trump declaró que se postuló dos veces a la presidencia y “ganó dos veces”.
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“Y ahora, para que nuestro país sea exitoso, seguro y glorioso, probablemente tendré que hacerlo de nuevo, pero estén atentos”, añadió.
Además de los reclamos infundados sobre fraude, el analista advierte que, con una victoria en las urnas, los republicanos podrían trabajar para evitar, a conveniencia, que ciertas elecciones se certifiquen. A lo que Molina hace referencia es, por ejemplo, a los 361 proyectos de ley que, en abril del 2021, buscaban “restringir el voto”.
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La BBC escribe: “En el estado de Georgia, una nueva ley prohíbe dar agua a quien hace fila para votar. En Florida buscan prohibir los buzones especiales para sufragar en ausencia. Y en Wisconsin proponen requisitos que afectarían a votantes discapacitados”.
Y agrega: “El propio Trump felicitó a Georgia por su nueva ley en un comunicado donde sostuvo que ‘aprendieron de la parodia de las elecciones presidenciales de 2020, que nunca se puede permitir que vuelva a ocurrir’”.
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¿El fin anticipado de Biden?
Para Hernán Molina, la actual elección le propone a Joe Biden retos en tres áreas. La primera es legislativa. “Joe Biden nunca la tuvo fácil -sostiene-. A pesar de que tiene el control del Senado, no pudo publicar varias leyes. Ahí quedó la reforma de la policía o el paquete de infraestructura social”.
Perder esa mayoría sería un primer golpe.
Al respecto, el analista Francesco Tucci dice: “En ese escenario, Biden se convertiría en un ‘pato cojo’, es decir que se reducirá drásticamente su capacidad para llevar adelante su programa. Esto suele suceder durante el segundo mandato presidencial, pero es que él tuvo mala suerte. Primero la pandemia del coronavirus, luego la guerra en Ucrania, y además temas internos como la migración o la inflación”.
Y añade: “Todo lo que sabemos indica que probablemente los demócratas perderán, así que se vendrían dos años muy difíciles. Biden intentará negociar, pero no necesariamente logrará que los republicanos hagan las concesiones que necesita”.
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El segundo golpe irá dirigido a la gobernabilidad. Molina sostiene: “Si los republicanos ganan la Cámara de Representantes significará que tienen el control de todas las comisiones, como la que se encarga de supervisar al Gobierno, así que se podría esperar que se inicien varias investigaciones contra Biden”.
Y ni hablar de la comisión que investiga el asalto al Capitolio. “Seguramente tratarán de que no prospere”.
Finalmente, las ‘mid terms’ decidirán cuál será el futuro político de Biden. Molina sostiene que si el líder demócrata no logra preservar lo que su partido ganó en el 2020, “se abrirá un gran signo de interrogación sobre si será o no el candidato para el 2024″. “Hay rumores de que el partido no quiere arriesgarse a postularlo y que le podrían negar la nominación”, agrega.
A eso se le suma que el gobernador de California, Gavin Newsom, una estrella demócrata en ascenso, dijo en una entrevista que Biden estaba “programado para un mundo diferente”.
“Decirle que es un presidente para otra época es una dinámica que se siempre se repite. La última vez que sucedió fue entre Barack Obama y John McCain: este último era un héroe de guerra, pero representaba al pasado y la gente siempre quiere mirar al futuro. Biden se juega todo”, agrega Molina.
Tucci coincide en que una derrota de los demócratas podría significar el fin de la vida política de Joe Biden, un gobernante que no gusta mucho a sus ciudadanos. “Se centró mucho en la política exterior cuando al estadounidense promedio le preocupa más la economía doméstica, la inflación. Biden, en cambio, respaldó indirectamente a Ucrania”.
Según “El País”, la popularidad de Biden se hundió luego de la “caótica retirada de las tropas de Afganistán”, así como con el aumento del costo de vida (gasolina y alimentos). Para julio de este año, informó Gallup, el 38% aprobaba su gestión. Sin embargo, para fines de agosto, subió al 44%.
¿Podría haber una sorpresa? Los independientes -quienes “no se identifican abiertamente ni con el Partido Republicano ni con el Demócrata”- podrían salvarlo, aunque el futuro parece ya cerrado.