El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, insistió el lunes en que el gobierno de Joe Biden estaba preparado para los peores escenarios en Afganistán, mientras iracundos legisladores acusaron a la Casa Blanca de encabezar un desastre histórico.
Blinken, conocido por sus modales suaves, enfrenta durante dos días un duro interrogatorio, que en primera instancia fue ante la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes.
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Los rivales del gobierno de Biden aprovechan para cuestionarlo por la veloz recuperación del gobierno afgano por parte de los talibanes cuando Estados Unidos puso fin a su intervención militar de 20 años.
“Heredamos un plazo, no heredamos un plan”, dijo Blinken.
Después del acuerdo del expresidente Donald Trump de febrero de 2020 con los talibanes y la retirada de las tropas estadounidenses, el movimiento islamista se encontraba en la “posición militar más fuerte desde el 11 de septiembre”, en alusión a los atentados de hace 20 años que provocaron la invasión de Afganistán y la guerra más larga de Estados Unidos, dijo Blinken.
Blinken dijo que la administración estaba “fuertemente concentrada” en la seguridad de los estadounidenses y había estado “evaluando constantemente” el poder de permanencia del gobierno afgano respaldado por Occidente, “considerando múltiples escenarios”.
“Incluso los escenarios más pesimistas no predijeron que las fuerzas gubernamentales en Kabul colapsarían mientras las fuerzas estadounidenses permanecieran” en el país, dijo Blinken.
“No obstante, planificamos y pusimos en práctica una amplia gama de contingencias”, agregó.
“La evacuación en sí misma fue un esfuerzo extraordinario, en las condiciones más difíciles imaginables, por parte de nuestros diplomáticos, militares y profesionales de inteligencia”, señalo el secretario de Estado.
“Desastre absoluto”
Los legisladores del opositor Partido Republicano describieron la operación como caótica y acusaron al presidente de abandonar a los estadounidenses a su suerte en Afganistán.
“Este fue un desastre absoluto y de proporciones épicas”, dijo el representante Mike McCaul, el principal republicano del comité.
“Nunca pensé en mi vida que vería una rendición incondicional ante los talibanes”, agregó.
McCaul acusó al gobierno de Biden de “traicionar” a sus aliados afganos y afirmó que el gobierno talibán incluye figuras buscadas por Estados Unidos, entre ellas el nuevo ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani, cuyo arresto busca Washington por acusaciones de terrorismo.
“Ahora estamos a merced del reino de terror de los talibanes”, dijo McCaul, y advirtió que impera el “oscuro velo de la ley de la sharia” mientras se restablece el trato draconiano hacia las mujeres.
En ese sentido, Blinken pidió durante su comparecencia ante el Congreso que Pakistán que no reconozca al nuevo gobierno afgano hasta que los talibanes cumplan las expectativas de la comunidad internacional.
“Tenemos que insistir en que todos los países, incluido Pakistán, cumplan las expectativas que la comunidad internacional tiene sobre lo que se exige a un gobierno dirigido por los talibanes, si quiere recibir algún tipo de legitimidad o apoyo”, declaró Blinken.
Los republicanos señalaron que el acuerdo del año pasado con los talibanes, firmado en presencia del predecesor de Blinken, Mike Pompeo, había establecido condiciones para la retirada.
“No se puede culpar a la administración Trump por el fracaso”, dijo el representante Greg Steube.
“Su gobierno estaba viendo en tiempo real desde la Casa Blanca lo que estaba sucediendo en Afganistán y no hizo absolutamente nada para detenerlo”, dijo.
Blinken dijo no obstante que los talibanes habían violado los términos del acuerdo de Trump con su “marcha implacable”, incluso cuando el gobierno del entonces mandatario presionó al antiguo gobierno afgano para que liberara a los militantes islámicos.
“No iba a ser fácil”
Estados Unidos y sus aliados evacuaron a 124.000 personas de Afganistán, en uno de los puentes aéreos más grandes de la historia.
La Casa Blanca afirma que solo quedan unos 100 ciudadanos estadounidenses en Afganistán, que todos han sido contactados repetidamente por diplomáticos y que algunos se fueron después de la retirada, en línea con las promesas de los talibanes.
“No hay ninguna evidencia de que quedarse más tiempo hubiera hecho que las fuerzas de seguridad afganas o el gobierno afgano fueran más resistentes o autosuficientes”, dijo Blinken.
“Si 20 años y cientos de miles de millones de dólares en apoyo, equipo y capacitación no fueran suficientes, ¿por qué otro año, otros cinco, otros 10?”, inquirió.
El representante demócrata Gregory Meeks, que encabezó el comité, acusó a los republicanos de haber guardado silencio cuando Trump y Pompeo aplicaron las mismas políticas en Afganistán.
“Desvincularnos de Afganistán nunca iba a ser fácil”, dijo Meeks.
“Me gustaría escuchar cómo es exactamente una retirada sin problemas de una guerra desordenada y caótica de 20 años”, agregó. “No creo que eso exista”.
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