Estados Unidos rechazó el lunes las acusaciones de espionaje con globos lanzadas por China, mientras intenta desentrañar el misterio de los tres objetos voladores no identificados que ha derribado en los últimos días.
“¡Eso no es cierto! ¡No lo hacemos!”, declaró el lunes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, interrogado por la cadena MSNBC.
“Solo en el último año, globos estadounidenses han sobrevolado (el territorio de) China más de diez veces sin autorización alguna”, había asegurado previamente un vocero de la diplomacia china, Wang Wenbin.
El Departamento de Estado estadounidense estimó que con esta acusación China intentaba “limitar” las consecuencias de su propio “programa de globos espía”, desplegado según Washington desde hace varios años sobre 40 países de los cinco continentes.
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El globo y los “objetos”
Las relaciones entre las dos superpotencias se han tensado significativamente desde que Estados Unidos derribó el 4 de febrero un globo chino que sobrevolaba su territorio, el cual según Washington intentaba obtener información de instalaciones militares.
Falso, asegura Pekín, que reconoce el globo como propio pero habla de un programa de observación meteorológica y de una violación involuntaria del espacio aéreo estadounidense.
China hizo la misma afirmación el 6 de febrero, esta vez sobre un globo que sobrevolaba América Latina.
Los estadounidenses no culpan por el momento a China de los tres “objetos” misteriosos derribados en los últimos tres días: el viernes sobre Alaska (noroeste), el sábado sobre Yukón, en el noroeste de Canadá y el domingo sobre el lago Hurón en el norte de Estados Unidos.
De los llamados “objetos voladores no identificados”, Washington dice no saber nada o casi nada: ni su origen, ni su uso, ni su naturaleza. Lo único que parece tener claro es que ninguno presentaba una amenaza militar directa, pero potencialmente ponían en peligro el tráfico aéreo civil, por lo que el presidente Joe Biden ordenó que unos aviones de combate los derribaran.
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Extraterrestre
En el país de “E.T.” y “Los expedientes secretos X”, este misterio alimenta todo tipo de especulaciones. El general Glen VanHerck, jefe del Comando de la Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad), dijo que “por ahora no descarta nada” en respuesta a una pregunta de un periodista sobre un posible origen extraterrestre, una frase que se volvió viral.
Los medios chinos informaron el domingo que un objeto volador no identificado había sido visto frente a la costa este de China y que el ejército se preparaba para derribarlo.
Los estadounidenses, junto con los canadienses, ahora están ocupados en encontrar y analizar los restos de los objetos destruidos en los últimos tres días, algunos de los cuales han caído en mares helados o en regiones remotas.
Se han filtrado algunos elementos. Los dos primeros “objetos” destruidos volaban a 12.000 metros y tenían el tamaño de un coche pequeño (mientras que el globo chino era tan grande como tres autobuses). El destruido en Yukón tenía una forma “cilíndrica”, según Ottawa. El Pentágono lo describió como “octogonal” y dijo que se desplazaba lentamente a una altura de 6.000 metros.
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Una “flota”
Para Estados Unidos es claro que China mantiene o mantuvo una “flota” de globos espía.
Los estadounidenses han aplicado por otra parte sanciones contra empresas y estructuras de investigación que según ellos contribuyen a la modernización militar de China. Pekín ha calificado estas medidas como “ilegales”.
China ha criticado repetidamente el uso de la fuerza para destruir su globo y rechazó una llamada telefónica después del incidente entre el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y su homólogo, Wei Fenghe.
Pero el domingo, el Pentágono aseguró que se habían reanudado los contactos entre los dos países, que compiten por el liderazgo económico, tecnológico y estratégico.
El caso podría volverse en contra de Biden.
Con ironía, la oposición republicana celebró que el presidente demócrata de 80 años se haya vuelto de “gatillo fácil” tras haber esperado demasiado, según ella, para derribar el globo chino. Pero le pidió más “transparencia” sobre los objetos abatidos desde el viernes.
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