Tras la renuncia y despido de varios de sus abogados, todo parecía indicar que Donald Trump llegaría herido al ‘impeachment’. Pero al expresidente de Estados Unidos jamás hay que darlo por vencido
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Si no fue suficiente verlo acusar a todo el sistema electoral de fraude tras su derrota ante Joe Biden, ahora vemos otra estrategia para salir libre de polvo y paja de su segundo juicio político.
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Para evitar pagar los platos rotos por el asalto al Capitolio, Trump ha convocado a “altamente respetados abogados litigantes”. Así los define él; otros preferirían la simpleza de la palabra “polémicos”.
En esta nota, revisaremos quiénes son David I. Schoen y Bruce L. Castor, Jr., abogados que jamás trabajaron juntos, y quienes se encargarán de defender al exmandatario republicano.
DAVID I. SCHOEN
De Alabama, especializado en derechos civiles y defensa de criminales
A sus 62 años, Schoen –egresado de la Boston College Law School– se ha ganado a pulso ser considerado polémico. Si bien la American Bar Association lo reconoció por su trabajo voluntario, hay algunas joyas en su historial.
Según “The New York Times”, Schoen también representó al Ku Klux Klan “en la exitosa demanda” para levantarles la prohibición “para marchar mientras vestían sus capuchas”.
A ello se le suma, según el diario, trabajar en la defensa de “clientes famosos, entre ellos, mafiosos, violadores y asesinos”.
“Como simpatizante de Israel, demandó a terroristas palestinos y entabló una demanda en contra de [la editorial] Simon & Schuster, por supuestas tergiversaciones en el libro del 2006 del expresidente Jimmy Carter, ‘Palestina: paz, no apartheid’”, agrega el NYT.
Y es polémico porque quienes lo conocen, aceptan que es una buena persona. El “NYT” cita lo dicho por Richard Cohen –expresidente del Southern Poverty Law Center–: si bien Cohen considera que Trump debe ir a la cárcel, su opinión sobre Schoen es que se trataba de “un buen abogado y una buena persona”.
Con respecto al proceso que se le sigue a Trump, la postura de Schoen es clara. El objetivo del ‘impeachment’ es sacar a un presidente de la Casa Blanca, y si bien el juicio empezó cuando Trump todavía era el mandatario de EE.UU., tiene lugar después del término de su periodo frente al ejecutivo, lo que el letrado considera un sinsentido.
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En ese sentido, ¿por qué juzgar a un ciudadano común y corriente?
Así lo explicó a Fox Business:
“Si ustedes opinan que puede se puede detener a cualquier ciudadano en el país y ser llevado ante el Senado para un juicio, un juicio que no está cumpliendo con el debido proceso, entonces estamos frente a una situación grave”.
Según Schoen, hasta una semana antes del juicio, todavía no sabían si el Senado presentaría pruebas, testigos ni cuánto tiempo tendrían para defenderse. Para el abogado, nada de este juicio tiene ni pies ni cabeza.
BRUCE L. CASTOR JR.
Exfiscal distrital del condado Montgomery (Filadelfia)
Estudió leyes en la Universidad de Washington y la Lee University, trabajó como fiscal y procurador general, y, desde entonces, se viene desarrollando como defensor criminal.
Pero Castor Jr. no es famoso por eso.
El hombre republicano de 59 años es recordado por la “defensa de su decisión, en el 2005, de no procesar a Bill Cosby”, después de que este fuera acusado por una mujer de la U. de Temple de drogarla y agredirla sexualmente.
El diario “Seattle Times” recuerda lo que sucedió diez años después: la mujer agredida presentó una demanda con 13 mujeres que se ofrecieron voluntariamente para testificar contra Cosby.
Castor Jr. defendió así su decisión:
“Llegue a la conclusión de que no había [caso] sin la confesión del Sr. Cosby [...] Las propias acciones de Andrea Constand durante ese año, arruinaron su credibilidad como una testigo viable”, se excusó años después.
Luego de eso, Andrea Constand, la víctima, acusó a Castor Jr. por difamación.
Pero esa no es su única polémica. El “NYT” recuerda que, en el 2002, mientras Castor Jr. era fiscal de distrito, “luchó para que no se liberara a un hombre” que había sido “condenado por violación” por una supuesta confesión ante la policía (que más tarde se sabría fue forzada).
El acusado era Bruce Godschalk, y cuando la defensa trató de incluir una prueba de ADN, Castor Jr. se negó a admitirla como prueba.
“Cuando la evidencia científica refutó el caso de los fiscales contra Godschalk, Castor Jr. cuestionó la validez de los resultados [...] Incluso después de que se [confirmaron los hallazgos y Godschalk fue liberado], Castor continuó expresando sus dudas sobre la inocencia del hombre”, recuerda el diario.
¿CÓMO SE CONOCIERON?
Fue el abogado republicano Stephen R. Castor, quien ayudó a Trump durante la primera fase del primer ‘impeachment’, el que recomendó a su primo, Castor Jr.
En tanto, Schoen y Trump se conocen desde los 90, cuando el abogado representó a “dos convictos del crimen organizado”, y fracasó. Luego, fueron los contactos los que los uniría.
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