Uno de los expedientes relacionados con el asesinato de John F. Kennedy que el gobierno de Estados Unidos dio a conocer el viernes muestra que después de ese trágico acontecimiento los agentes se apresuraron a recabar información sobre un viaje que el asesino del presidente, Lee Harvey Oswald, había efectuado a la Ciudad de México semanas antes del magnicidio.
Las autoridades se preguntaron si Oswald intentó tramitar visas en las embajadas soviética y cubana en la Ciudad de México a fin de “hacer un escape rápido después de asesinar al presidente”, según el documento.
De acuerdo con un mensaje secreto de la CIA enviado el 24 de noviembre de 1963, un par de días después de la muerte de Kennedy, un “aspecto importante” que continuaba sin resolverse era si Oswald había planeado viajar de inmediato o regresar a Estados Unidos y partir después.
En el mensaje se dice que aunque parecía que Oswald “pensaba entonces sólo en un cambio pacífico de residencia hacia la Unión Soviética, también es posible que estuviera tramitando documentos para hacer un escape rápido después de asesinar al presidente”.
En otro expediente con fecha del 11 de abril de 1964 se relata una visita a la CIA de tres miembros del personal de la Comisión Warren, la cual fue creada para investigar el asesinato del mandatario.
En el memorando se dice que el personal de la comisión indicó que Thomas Mann, ex embajador en México y entonces subsecretario para asuntos interamericanos, “tiene todavía la ‘corazonada’ de que (el gobernante cubano Fidel) Castro contrató a Oswald para matar a Kennedy. Sin embargo, dijeron que la comisión no ha logrado conseguir pruebas al respecto”.
Otros documentos dicen que las afirmaciones de que Oswald estaba vinculado con la CIA estaban “totalmente infundadas”.
De acuerdo con un memorando de 1975 de la CIA, se llevó a cabo una investigación a fondo de los archivos de la agencia dentro y fuera de Estados Unidos para determinar si la agencia utilizó a Oswald o si éste tuvo conexión con ella en “algún modo imaginable”.
Según el memorando, la investigación no arrojó resultados y no hubo indicio de que alguna otra agencia estadounidense utilizara a Oswald como fuente o para reclutarlo.
Los Archivos Nacionales hicieron públicos el viernes 676 documentos gubernamentales más relacionados con el magnicidio, la tercera entrega en lo que va del año. De acuerdo con la ley, todos los documentos debían ser hechos públicos la semana pasada.
La mayoría de los últimos documentos difundidos incluyen 553 expedientes de la CIA que habían sido guardados en reserva en su totalidad. También hay expedientes de los departamentos de Justicia y Defensa, de la Comisión Selecta de la Cámara de Representantes sobre Asesinatos y de los Archivos Nacionales.
El historiador Larry Sabato, de la Universidad de Virginia, se quejó de que muchos de los documentos de la nueva entrega tenían todavía partes muy censuradas. Sabato tuiteó sobre un expediente de 144 páginas, intitulado “Material Revisado en la sede de la CIA por miembros del personal de la Comisión Selecta de la Cámara de Representantes sobre Asesinatos”, donde sólo había partes escritas en un reducido número de páginas.
El presidente Donald Trump ordenó que se hicieran públicos todos los expedientes relacionados con el magnicidio y previsiblemente serán difundidos en forma periódica en las próximas tres o cuatro semanas. Trump también ordenó a las agencias que revisen de nuevo los contenidos y retengan información solo en circunstancias extraordinarias.
Fuente: AP