Las autoridades ucranianas buscaban el sábado evacuar a los civiles de Mariúpol (sureste), en gran parte controlada por el ejército ruso, que reanudó los bombardeos contra la acería de Azovstal, donde se atrincheraron los últimos resistentes, informaron fuentes oficiales ucranianas.
“Hoy estamos intentando evacuar de nuevo a las mujeres, los niños y los ancianos” de esa ciudad portuaria del mar de Azov, indicó por la mañana en Facebook la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk.
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Vereshchuk señaló que los civiles habían comenzado a congregarse cerca de un centro comercial de la ciudad y esperaban partir hacia Zaporiyia, unos 200 km al noroeste, hacia las 12H00 horas locales (09H00 GMT).
Después de varios días sin evacuaciones, tres autobuses que partieron de Mariúpol pudieron llegar a Zaporiyia el jueves.
Sin embargo, Vereshchuk advirtió que las fuerzas rusas podrían organizar otro corredor de evacuación paralelo, esta vez hacia Rusia.
“Tengan cuidado”, destacó. “No sucumban al engaño y la provocación”.
Según Oleksi Arestovych, consejero de la presidencia ucraniana, los rusos “reanudaron los ataques aéreos” contra la gigantesca planta siderúrgica de Azovstal, en cuyos kilométtricos túneles se concentraron los últimos resistentes.
Los rusos “intentan operaciones de asalto”, pero “nuestros soldados, a pesar de su difícil situación, llevan a cabo contraoperaciones”, declaró el consejero en Telegram.
Esta información era imposible de verificar.
El presidente ruso Vladimir Putin indicó el jueves que las fuerzas rusas no intentarían un asalto final a Azovstal.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, volvió a exigir el viernes, víspera del fin de semana de la Pascua ortodoxa, una “tregua humanitaria” para evacuar a los civiles de las ciudades ucranianas asediadas por los rusos, empezando por Mariúpol, bajo ataque del ejército ruso desde inicios de marzo.
Mariúpol, que tenía unos 450.000 habitantes antes del inicio del conflicto el 24 de febrero, se ha convertido en un campo de ruinas con gente encerrada en sótanos y sin comunicación con el mundo exterior.