En medio de su dolor por no saber el paradero de Laura, Marjorie Rigby adoptó a un perro anciano para hacerse compañía. (Foto: @DogsTrust / Twitter).
En medio de su dolor por no saber el paradero de Laura, Marjorie Rigby adoptó a un perro anciano para hacerse compañía. (Foto: @DogsTrust / Twitter).
Redacción EC

El 3 de septiembre de 1946 es una fecha que nunca se borró de la memoria de Marjorie Rigby, una mujer británica que en aquel tiempo dio a luz a una bebé muerta y siete décadas después siente un “gran alivio” de haber encontrado la tumba de su amada Laura, en el . Esta es la historia de quien hoy tiene 102 años y gracias a la investigación de otra de sus dos hijas logró dar con su paradero.

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Todo empezó cuando después de tres días de labor de parto escuchó la conversación del médico con la partera: “Este bebé está muerto. La llevaremos al hospital. (Pero) En realidad, se dirigió a ella y no a mí (...) Me llevaron a mi habitación y me dejaron. Nadie vino a hablar conmigo y a decirme cómo seguir con mi vida”, explicó a .

El dolor de no saber el paradero de su bebé

Marjorie Rigby, quien sirvió en las fuerzas femeninas auxiliares de la Fuerza Aérea durante la II Guerra Mundial, recordó que dos semanas después le dieron de alta y “solo regresé a casa y seguí con la vida”. Desde ahí solo se quedó con la idea de que su hija había nacido muerta, pero nunca supo más.

Sin embargo, siete décadas después, pudo encontrar la tumba de su bebé gracias a la investigación de Angela Rigby, su otra hija. Ella nunca abandonó sus pensamientos y deseos de ubicarla.

Ella se puso en contacto con la asociación Brief Lives Remembered luego de ver en la televisión la historia de Lilian Thorpe, una mujer que también encontró la tumba de su hijo nacido muerto 61 años atrás.

El alivio de encontrar su tumba

Gracias a la entidad pudo encontrar dónde descansaba Laura en un cementerio en Stockport, al norte de Inglaterra. Además, obtuvo el certificado de defunción fetal, un documento con mucho significado para Marjorie.

“Realmente ha sido un gran alivio saber dónde está y que en realidad la pusieron en un ataúd con otros bebés”, señaló la mujer que en cada Navidad recibía como regalo una agenda y lo primero que hacía era escribir en el 3 de septiembre ‘cumpleaños de Laura’”.

Por su parte, Angela Rigby, pieza clave en este momento de tranquilidad, agregó que “descubrimos que nuestra hermana tenía su propio ataúd pequeño y que había sido enterrada con otros cinco bebés y un adulto en un terreno sin marcar”. Marjorie y sus dos hijas llegaron hasta el cementerio y le llevaron un ramo de flores.

Su amor por las mascotas

Esta no es la primera vez que acapara portadas en el Reino Unido. Cuando cumplió 100 años adoptó a un ‘perro de edad avanzada’ que necesitaba un nuevo hogar. El personal de Dogs Trust Manchester se mostró encantado cuando Marjorie Rigby y su hija Angela visitaron el centro de realojamiento con sede en Denton en busca de un nuevo compañero. Fue ahí que conocieron a Paddy, un Patterdale Terrier de once años.

“Tenemos una hermosa rutina juntos. Todos desayunamos y luego es hora de su primera caminata, a menos que esté lloviendo muy fuerte ya que no le gusta la lluvia, ¡Así que tenemos que esperar hasta que mejore el clima! Le encantan sus paseos y cuando vuelve todavía está lleno de vida y le gusta corretear jugando con sus juguetes”, en esa oportunidad. Ambas tenían otro perro rescatado, Shadow, que murió a los quince años.

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