Londres. La primera ministra británica, Theresa May, envió hoy a treinta miembros de su Gobierno a distintas circunscripciones para explicar a la población el beneficio de apoyar el acuerdo del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), indicaron hoy fuentes oficiales.
Ministros y secretarios de Estado hablan con la gente en escuelas y centros comunitarios de varias zonas del país, en un intento por conseguir que la misma población presione a sus diputados para que voten a favor del pacto el próximo día 11.
El acuerdo, respaldado el mes pasado por los 27, ha sido rechazado por partidos de la oposición y diputados conservadores euroescépticoss, lo que hace probable que May pierda la votación que se celebrará el próximo martes en la Cámara de los Comunes.
Varios diputados esperan votar en contra porque rechazan la salvaguarda del Brexit, sobre la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, pues el objetivo es que sea invisible para no perjudicar el proceso de paz en la provincia británica.
En un intento por conseguir apoyos, la primera ministra conservadora no descartó ayer que sean los diputados los que, en su momento, decidan si se activa o no esa salvaguarda o "garantía".
Esa salvaguarda, conocida como "backstop", prevé que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único, salvo que Londres y Bruselas presenten una solución alternativa para la frontera o hasta que establezcan una nueva relación comercial.
Ese vínculo comercial deberá ser negociado entre Londres y Bruselas en el periodo de transición, que empezará tras el Brexit, el 29 de marzo de 2019, y terminará a finales de 2020.
Esta garantía puede llegar a ser indefinida si no hay un acuerdo comercial entre las partes para cuando acabe el periodo de transición, algo que inquieta a muchos diputados.
Mientras tanto, Graham Brady, presidente del llamado Comité 1922, formado por los diputados conservadores en los Comunes, se mostró anoche favor de retrasar la votación del 11 de diciembre si no se encuentra una solución a la controvertida salvaguarda.
Aunque la residencia oficial de Downing Street ha insistido en que no habrá retraso, Brady declaró anoche a los medios que lo más importante es conseguir "claridad" sobre este problema.
"Lo más importante es conseguir respuestas a una pregunta relevante (...), de modo que esa pregunta pueda ser respondida en el curso de los próximos días", dijo Brady.
"Si eso no es posible, entonces, ciertamente, saludaría el que el voto sea aplazado hasta el momento en que podamos contestar a la pregunta", puntualizó el presidente del comité.
Fuente: EFE