El martes, a la tarde, era claro dónde estaba el foco de la noticia. El histórico fallo que condenó a Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos estaba en todas las portadas.
El Tribunal Oral Federal 2 encontró culpable a la expresidenta de Argentina por el delito de defraudación al Estado. Había sido acusada del direccionamiento de la obra pública en favor del empresario Lázaro Báez durante su gestión presidencial. Si bien la sentencia no imposibilitaba que participara como candidata el 2023 (todavía puede apelar), su relevancia simbólica no era menor: constituye la primera vez que una vicepresidenta en funciones es condenada.
Sin embargo, varios reflectores cambiaron de dirección esa misma noche. El esperado descargo de la dirigente llegó con una nueva bomba informativa. “El 2023 no voy a ser candidata a nada. Me van a poder meter presa”, expresó en una encendida alocución donde se presentó como víctima de una ‘mafia judicial’.
¿Lawfare? ¿Partido judicial? Mafia y Estado paralelo. https://t.co/5jDZk9oZJh
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) December 6, 2022
El inesperado anuncio replanteó el tablero electoral de las elecciones presidenciales del próximo año. Para el analista político Roberto Starke, de Infomedia Consulting, el primer, y principal, afectado con esta revelación es el bloque oficialista Frente de Todos. “Se ha generado una gran confusión en este sector. La corrida de Cristina del partidor ha dejado también la sensación de vacío entre ellos, ya que, si había una candidata natural era ella”, reflexiona.
“Se abre un juego muy incierto”, menciona Martín Rodríguez Yebra, secretario de Redacción del diario “La Nación”. Considera que otros potenciales candidatos de la alianza peronista, a priori, no despertarían grandes expectativas. Axel Kicillof, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, priorizaría una reelección en esa jurisdicción. “Después aparece Sergio Massa, actual ministro de Economía, que es un aliado pero no es alguien del seno kirchnerista. Además, si no consigue domar la inflación actual pierde cualquier posibilidad electoral”, refiere Rodríguez Yebra.
Por último, asomaría la carta de la reelección de Alberto Fernández, quien en los últimos meses tuvo un abierto enfrentamiento con la vicepresidenta por el manejo de la gestión. Esta vez, el mandatario se alineó al discurso de una persecución política orquestada entre distintos sectores.
Más procesos en curso
Un día antes de la lectura de sentencia, el presidente emitió un mensaje donde cuestionaba un viaje de jueces, fiscales y empresarios de medios realizado en octubre y cuyos pormenores se habrían conocido mediante un espionaje ilegal.
“Este caso le vino como anillo al dedo al gobierno. Es esperable que, en este último año de gestión, el gobierno vaya detrás de la estrategia de enfrentamiento con la Corte Suprema y grupos económicos”, refiere el periodista.
El fallo de la causa Vialidad sería el primer capítulo de un complejo escenario judicial para la expresidenta. Entre otros procesos, la causa de los llamados “cuadernos de las coimas” llegará a juicio el 2023 y, tras la sentencia condenatoria de esta semana, en los pasillos de la Justicia ya se vislumbra la reapertura del caso Hotesur y Los Sauces, por estar vinculado con la corrupción en la obra pública y el lavado de dinero.
Para los analistas tener una condena por actos ilícitos supone una mochila pesada para su proyecto político. “Una de las grandes preocupaciones para ella es haber aparecido en todas las portadas internacionales como una dirigente política que ha sido condenada por corrupción. Debe ser una de las cosas que más la molesta, la perturba. Por eso adoptó un discurso intempestivo”, indica Starke.
¿Cómo se reordena la oposición?
La salida de Cristina Fernández de la carrera electoral también impacta en la oferta del resto de partidos. Para Rodríguez Yebra, la eventual candidatura de la ex presidenta le hubiese facilitado el trabajo a Junto por el Cambio, la principal alianza opositora. “La figura de Cristina es muy divisiva y hubiera abroquelado a todo el bloque de una forma más clara y nítida”, refiere.
En este nuevo panorama, su ausencia condicionará el tipo de candidato que la oposición presente como mejor carta. “Si ella era candidata, era muy probable que hubiera competido el ex presidente Mauricio Macri, que es la otra cara de la grieta”, menciona.
Para los especialistas, con el escenario actual, la tendencia sería poner un candidato menos extremo en términos ideológicos. En ese caso, la apuesta opositora se inclinaría hacia el perfil de Horacio Rodríguez Larreta, actual intendente de Ciudad de Buenos Aires.
Mientras que el anuncio de CFK adelante la discusión electoral del 2023 en la interna de los partidos, el pulso de las calles exige otro tipo de decisiones, más vinculadas con el día a día.
“La ciudadanía mostró indiferencia a la sentencia. No hubo manifestaciones masivas. La gente tiene una agenda con las preocupaciones cotidianas. No se llega a fin de mes con el sueldo, los precios aumentan y la inflación anual ya está en 100%”, comenta el analista Starke.
Con algo de efecto retardado, el gobierno y sectores del núcleo duro del kirchnerismo alistaban para este lunes un cónclave del Grupo de Puebla en Buenos Aires como muestra de apoyo a Cristina Fernández. Debido a que la ex presidenta se contagió de Covid, el acto fue postergado para el 19 de diciembre. En esta cita participarán dirigentes de la región como Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mujica, Ernesto Samper y el propio presidente Alberto Fernández.