Una comisión de expertos, convocada por el gobierno de Colombia, propuso este martes cambiar el foco en la lucha contra el narcotráfico para perseguir con mayor fuerza y efectividad a las grandes estructuras criminales en vez de a los eslabones más débiles de la cadena.
El presidente de la Comisión asesora para la política de drogas, Daniel Mejía, presentó las conclusiones de los especialistas y dijo que "las estrategias frente al narcomenudeo, el microtráfico y el tráfico transnacional de drogas ilícitas deben enfocarse prioritariamente en aquellos eslabones que más violencia y daños colaterales generan".
"El Estado debe concentrarse en desmantelar las estructuras criminales (...) y esto implica un enfoque multidimensional dejando atrás el enfoque estrictamente operacional medido por capturas, neutralizaciones, decomisos e incautaciones", dijo Mejía al leer en rueda de prensa las recomendaciones de la comisión.
Esta visión coincide con la del gobierno de Colombia, que convocó a los expertos en 2013 para "revisar las estrategias que se están desarrollando para reducir la problemática de las drogas en el país", según dijo el ministro de Justicia, Yesid Reyes.
"La represión de las drogas no ha sido ni será suficiente (...) las medidas severas deben reservarse para quienes con sus comportamientos generan mayores perjuicios a la sociedad", añadió.
La presentación de este informe en Colombia, primer productor mundial de cocaína junto a Perú, coincide con la búsqueda de alternativas en el país para la fumigación de cultivos ilícitos con glifosato, luego de que el presidente Juan Manuel Santos pidiera el fin de semana al Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) suspender el uso de ese herbicida.
El CNE se reúne este miércoles y podría dejar en firme la renuncia del país a la fumigación de cultivos ilícitos con glifosato, recientemente catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "probable" cancerígeno.
Al respecto, la comisión de expertos estuvo de acuerdo con suspender la aspersión aérea de los cultivos y, en cambio, por ejemplo, atacar los laboratorios de las organizaciones narcotraficantes y sus rutas de distribución.
Estudios "muestran cómo atacando los eslabones iniciales, los cultivos de coca, los costos (económicos) son mucho más altos y los costos colaterales también. Mientras que atacando los eslabones finales de la cadena, donde están los grupos criminales, se logra el doble propósito de disminuir la violencia y también las rentas de este negocio ilegal", explicó Mejía.
Otro miembro de la comisión, el abogado Rodrigo Uprimny, lo explicó así: "Si usted se concentra en reprimir masivamente microtraficantes y llenar las cárceles de microcultivadores, usted ni está reduciendo la oferta (de droga) ni los potenciales de violencia. No debería uno concentrarse en esos eslabones débiles".
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