Mijaíl Avila es un adolescente de 13 años que perdió a sus padres, su tío y su abuela durante la pandemia del coronavirus en Argentina. Él ha quedado bajo el cuidado de su hermana Sasha, mientras espera -en algún momento- despertar de esta pesadilla.
Un estudio global de la revista The Lancet, publicada en julio de este año, detalló que muchos menores de edad perdieron a sus familiares durante la “etapa más cruda” de la pandemia.
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En septiembre del 2020, Mijaíl atravesó las peores semanas de su corta vida al presenciar el fallecimiento de su abuela Flora; su madre, Mabel; su tío, Carlos; y su padre, Javier, quienes murieron el 4, 14, 22 y 24 de septiembre, respectivamente, tras batallar contra el COVID-19.
La investigación apunta que un millón y medio de infantes ya no tienen a su padre, a su madre, a los dos o a alguno de sus abuelos. Con este trabajo, los autores buscan que los afectados no queden en el olvido.
Consecuencias de la pandemia
Sasha, la hermana mayor de Mijaíl, contó a Infobae la nueva personalidad que adquirió el menor tras recibir la noticia sobre la muerte de su abuela. “Eran tremendamente unidos con su madre”. Además, la joven detalla que se volvió serio e introspectivo: “Es como si fuera más un adulto que un chico”.
El adolescente comenzó a recibir terapia, pero no funcionó porque optaba por guardarse todo el dolor que llevaba. “Ni a nosotros nos quería ni quiere hoy contar lo que siente”, dijo la responsable. Si bien probaron con otro especialista, el resultado fue el mismo: parecía no confiar en nadie y menos en Sasha y sus demás hermanas (Morena, Ariana y Mailen).
“Nosotras le hablamos para que cambie la actitud pero no encontramos forma”, menciona Sasha, agregando que el chico pasa varios días sin bañarse, o no quiere lavarse los dientes.
La joven detalla que hay veces donde se escucha a Mijaíl llorando mientras dice extrañar a sus padres o haciendo la misma pregunta siempre: “¿Por qué nos tuvo que pasar esto a nosotros?”, lamentando la situación porque Mabel y Javier -mamá y papá- no estuvieron en su graduación de primaria.
Si bien pasaron la peor Navidad y fin de año de sus vidas, los hermanos Ávila intentaron iniciar el 2021 de la mejor manera posible al notar un cambio en Mijaíl porque empezaba a ser el de siempre y, además, iba adquiriendo mayor información sobre cómo prevenir un contagio por coronavirus.
“Cuando venía de comprar en el almacén, desinfectaba todas las cosas. Nunca dejó de usar el barbijo. Hoy evita estar con personas cerca”, explicó Sasha a Infobae.
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