El diputado Luiz Henrique Mandetta que fue destituido del cargo de ministro de Salud de Brasil por el presidente Jair Bolsonaro, a quien intentó convencer sin éxito de la gravedad de la pandemia de COVID-19 (Foto: EFE/ Joedson Alves).
El diputado Luiz Henrique Mandetta que fue destituido del cargo de ministro de Salud de Brasil por el presidente Jair Bolsonaro, a quien intentó convencer sin éxito de la gravedad de la pandemia de COVID-19 (Foto: EFE/ Joedson Alves).
/ Joedson Alves
Redacción EC

Brasilia [AFP]. El presidente brasileñoavisó hace días que podría destituir a su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, cuando amainase la pandemia de , por “falta de humildad”. Pero este jueves precipitó los tiempos y se libró de su popular ministro, agravando la crisis política en medio de la sanitaria.

Hace dos meses, cuando la COVID-19 se veía todavía desde lejos en Brasil, este ortopedista pediátrico y político, de 55 años, con experiencia en gestión sanitaria empezó a ganarse la confianza de tres cuartas partes de los brasileños, que como él estaban a favor del confinamiento.

Fue el único ministro en oponerse con firmeza y una calma aparente a un Jair Bolsonaro que minimizaba la “gripecita” del coronavirus y hacía una abierta y provocadora campaña contra el aislamiento social, adoptado en buena parte de Brasil y del planeta (recomendado por la Organización Mundial de la Salud), alegando que quería evitar una debacle económica y un drama social.

Pese a rumores de destitución y a las humillaciones públicas del mandatario, que desoyó varias veces sus recomendaciones con salidas a las calles de Brasilia para saludar a sus seguidores, Mandetta se mantuvo en el cargo con una buena dosis de equilibrismo y astucia política, con el argumento de que “un médico nunca abandona a un paciente”.

A no ser que “el paciente quiera cambiar de doctor”, solía decir este político. Diariamente aparecía en la televisión con un chaleco azul, que le daba un aire de técnico sobre el terreno, para informar del avance de la pandemia en Brasil, que ya deja cerca de 2.000 muertos.

Su destino cambió el pasado fin de semana, cuando tenía el doble de popularidad que Jair Bolsonsaro (76%).

Perdió el apoyo de los influyentes militares, que hasta entonces le habían salvado el pellejo, incómodos con una declaración que dio en un programa televisivo estelar, en la que decía que los brasileños “ya no saben si escuchar al ministro o al presidente”.

“No dejen de llamarme si creen que puedo ser útil”, dijo este jueves en su última rueda de prensa, en la que agradeció a Jair Bolsonaro la oportunidad de dirigir este ahora vital ministerio.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, da una conferencia de prensa en la residencia Palacio da Alvorada da presidencial, en Brasilia. (Foto: AFP/Sergio Lima)
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, da una conferencia de prensa en la residencia Palacio da Alvorada da presidencial, en Brasilia. (Foto: AFP/Sergio Lima)
/ SERGIO LIMA

“Escuche más al presidente”

Al principio, Mandetta trataba de justificar a Jair Bolsonaro, apoyado principalmente por núcleos de empresarios y de las iglesias neopentecostales, pero hace varias semanas dejó claro que está a favor del “máximo distanciamiento social” posible para combatir la pandemia. “Yo solo trabajo con lo que es ciencia”, afirmó.

A Bolsonaro eso le incomodó, y pasó al ataque frontal. Al principio dijo que no pretendía destituirle “en medio de la guerra”, le reprochó “falta de humildad” y le pidió que escuchara más al presidente.

Pero este jueves firmó su destitución.

“Fue un divorcio consensuado”, declaró.

Mandetta llegó a duplicar la popularidad de Bolsonaro y ello marcó su destino. (Foto: Reuters/Adriano Machado)
Mandetta llegó a duplicar la popularidad de Bolsonaro y ello marcó su destino. (Foto: Reuters/Adriano Machado)
/ ADRIANO MACHADO

Un “fiel escudero”

Nacido en Campo Grande, capital del estado de Mato Grosso do Sul (centro-oeste), Mandetta inició su carrera como médico en el Hospital General del Ejército y ocupó varios cargos de gestión sanitaria, entre ellos la Secretaría Municipal de Salud de su ciudad natal.

Después, fue dos veces diputado federal, entre 2010 y 2018, con la formación centroderechista DEM.

En Brasilia conoció al entonces diputado Jair Bolsonaro, a quien le unió la oposición al gobierno izquierdista de Dilma Rousseff (2011-2016), en especial al programa “Mais Médicos” (la misión médica cubana en Brasil).

En 2019, se convirtió en uno de los pocos ministros con experiencia política en el gobierno de Jair Bolsonaro, que prefirió rodearse de ministros con perfil puramente técnico o de militares.

“Mandetta fue un fiel escudero de Bolsonaro, de los pocos que creyó en sus posibilidades. Participó activamente en la campaña y en la elaboración del programa de gobierno”, afirma el politólogo Thiago Vidal, de la consultora Prospectiva.

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¿Qué es el coronavirus?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.

¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?

Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.

Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).

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