Quiénes están detrás de los atentados con explosivos y la ola de sicariato que golpean a Ecuador

De acuerdo con el diario El Universo, en lo que va del 2022 en Ecuador se han producido 145 ataques con artefactos explosivos, de los cuales 72 se han reportado en Guayaquil. Y de ese total, 5 fueron usando coches bomba. En estos atentados se ha empleado dinamita, explosivos caseros, emulnor, granadas y pentolita.

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El uso de coches bomba recuerda a las tácticas de intimidación usadas por grupos criminales dedicados al narcotráfico tanto en Colombia como en México. Y es precisamente la presencia de poderosas bandas de estos países la que gatilla los crímenes de alto impacto que se registran en Ecuador y que son prepetrados principalmente por pandillas locales muy fuertes que están en constante confrontación.

A estas mafias de la región se suman cárteles europeos, procedentes específicamente de los Balcanes.

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Según la policía de Ecuador, el ataque del domingo estaba dirigido a uno de los moradores de Cristo del Consuelo conocido con el alias de ‘Cucaracha’, quien sería el dueño de una de las dos discotecas clandestinas que funcionan en dicho sector.

Las autoridades creen que la megabanda delictiva Los Tiguerones estaría detrás del atentado.

Según medios ecuatorianos, Los Tiguerones tienen entre sus principales enemigos a las megabandas los Choneros, los Lobos, los Chone Killers y los Pipos, que desde el 2021 se unieron para formar una estructura criminal denominada Nueva Generación, por su relación con el mexicano Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

A continuación, 3 claves que explican el fenómeno de la violencia ligada con el narcotráfico en Ecuador:

1. Centro de distribución de la droga

Un análisis del 2019 de Insight Crime define a Ecuador como una autopista de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa. El país ya no es un lugar de tránsito de la droga, ahora se acopia y procesa para su envío a través de sus puertos.

El 15 de setiembre del año pasado, Estados Unidos incluyó a Ecuador en su lista de 22 países a los que considera grandes productores de drogas o plataformas para el narcotráfico.

¿Por qué Ecuador ahora es un centro de distribución de la droga? Insight Crime sostiene que hay un hecho que marcó un antes y un después en el negocio del narcotráfico en Ecuador: el cierre en el 2009 de la base naval estadounidense en Manta, una promesa electoral del presidente Rafael Correa.

Desde esa base se rastreaban aeronaves utilizadas por narcotraficantes, pero luego de su desmantelamiento se creó un enorme punto ciego en las aguas y cielos de Ecuador, que pronto se llenaron de barcos y aviones cargados de drogas, indica Insight Crime.

Para justificar su medida, Correa sostenía que el funcionamiento de la base militar estadounidense violaba la soberanía de Ecuador.

Arturo Torres, periodista e investigador en temas de narcotráfico, además de editor del portal de investigación Código Vidrio, confirma lo antes mencionado como una de las principales causas del auge del nacotráfico en el país y agrega que durante el Gobierno de Correa también se debilitó a la policía en su función de control migratorio.

“La policía dejó de recibir información sobre quienes llegaban al país, pues se creó la cuestión de la ciudadanía universal; entonces, cualquier persona puede venir a Ecuador con su visa de turista”, dice Torres a El Comercio.

“La policía ya no podía perfilar los antecedentes de quienes entraban a Ecuador, esa función se puso a cargo de una secretaría de gobierno. También se debilitó a las unidades antinarcóticos, que fueron siendo desmanteladas al quedarse sin recursos”, agrega.

2. La violencia

El incremento de la actividad del narcotráfico trajo a Ecuador el aumento de la violencia.

Torres sostiene que no solo los cárteles mexicanos de Sinaloa y el CJNG se están disputando el mercado del narcotráfico en Ecuador. En los últimos siete años las mafias de los Balcanes también sacan la droga a Europa por Guayaquil y se pelean por el territorio con sus rivales.

Estas disputas también han sido llevadas a las cárceles. A finales de septiembre del 2021 se registró la peor masacre en la historia carcelaria de Ecuador: un enfrentamiento entre bandas rivales dejó 119 muertos y 81 heridos en el Centro de Privación de Libertad Número 1 de Guayaquil.

La tasa de muertes violentas en Ecuador pasó de 6,7 por cada 100.000 habitantes en 2019 a 7,7 en 2020 y se disparó a 14 en el 2021, la tasa más alta en una década, según InSight Crime. El país experimenta un aumento del sicariato y los crímenes de alto impacto.

Ecuador registró 2.464 asesinatos en 2021, casi el doble de los 1.362 que se presentaron en 2020, según datos de la policía. Ningún otro país de América Latina y el Caribe tuvo un aumento de estas proporciones.

Insight Crime sostiene que Guayaquil es un “punto crítico” de violencia en Ecuador debido a los “constantes enfrentamientos entre pandillas, las cuales pasaron de asesinar a sus víctimas en las calles y en reuniones familiares a secuestrar y matar cada vez más a sus objetivos a lo largo del año”.

Las bandas locales ya no solo actúan como brazos armados de los grandes cárteles del exterior. De acuerdo con el portal Primicias, los Choneros, la mayor banda criminal de Ecuador, está comprando y trasegando cocaína por todo el país para el Frente Oliver Sinisterra (FOS), disidencia de las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Los Choneros fueron los primeros en incursionar en el tráfico de drogas en Ecuador, para lo cual formaron alianzas con el Cártel de Sinaloa y con elementos de las antiguas FARC para transportar cargamentos de cocaína desde la frontera colombiana hasta el puerto de Guayaquil, según el Washington Post.

Las FARC

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron un acuerdo de paz con el Estado de Colombia el 26 de setiembre del 2016.

De acuerdo con BBC Mundo, las FARC controlaban las cadenas de producción y distribución de cocaína y tras su desmovilización hubo cambios estructurales en el tráfico de la droga no solo en Colombia, sino también en Ecuador, que pasó a tener mucho más protagonismo en el esquema del narcotráfico.

Los grupos disidentes dentro de las FARC que se quedaron al margen del acuerdo de paz siguieron en el negocio del narcotráfico.

“Estos grupos ya no siguen necesariamente la doctrina de las FARC y esto lleva a una especie de descentralización del negocio del narcotráfico”, le dijo a BBC Mundo Renato Rivera, investigador de la Red Latinoamericana de Análisis de Seguridad y Delincuencia Organizada (Relasedor).

Por su parte, Arturo Torres sostiene que las disidencias se mantienen en la frontera con Ecuador, en los departamentos colombianos de Nariño y Putumayo, y están aliadas con los cárteles mexicanos y de los Balcanes.