El presidente de Colombia, Gustavo Petro, nombró este viernes una nueva cúpula militar a la que le encargó “el incremento sustancial del respeto a los derechos humanos y a las libertades ciudadanas”.
El primer izquierdista en llegar al poder en Colombia prometió en campaña reformas a una fuerza pública cuestionada por excesos en operativos contra grupos armados y protestas antigubernamentales.
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Con la designación de los nuevos mandos su gobierno precipita la salida de una treintena de generales del Ejército y la Policía.
Como comandante de las fuerzas militares asumirá el general Helder Fernan Giraldo, un militar de 55 años que estuvo encargado de las operaciones en la violenta frontera de 2.200 kilómetros con Venezuela.
El general Luis Mauricio Ospina hará lo propio en el Ejército y el general Luis Carlos Córdoba en la Fuerza Aérea. El general Henry Armando Sanabria dirigirá la Policía y el vicealmirante Francisco Hernando Cubides comandará la Armada.
En medio del peor repunte de violencia tras el acuerdo de paz de 2016 con las FARC, la nueva cúpula tendrá como prioridades “la disminución de la violencia, la criminalidad. Y el incremento sustancial del respeto a los derechos humanos y a las libertades ciudadanas”, dijo Petro en una conferencia de prensa.
“En esta toma de decisiones siempre hay grados de injusticia, no voy a decir que son decisiones perfectas”, admitió al ser cuestionado sobre la salida masiva de generales de mayor antigüedad.
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“Cambio de mentalidad”
El ascenso de Petro al poder inquieta a los militares, que están ahora subordinados a un exmiembro de las guerrillas izquierdistas que han combatido durante seis décadas de conflicto.
Durante la campaña, el mandatario acusó a miembros de la antigua cúpula de estar aliados con el Clan del Golfo, la mayor banda narco del país.
En respuesta, el entonces comandante del ejército, el general Eduardo Zapateiro, lo increpó públicamente en una inusual intervención política, pues la Constitución del país prohíbe a la fuerza pública participar en el debate político y votar.
“Estamos ante un cambio, un cambio de mentalidades, cambió el gobierno, cambian las estrategias”, expresó Petro este viernes.
La trayectoria de los nuevos mandos muestra “cero corrupción, cero violación de derechos fundamentales, por lo menos a través de la información que obtuvimos”, agregó el mandatario.
En abril el entonces candidato calificó como “crimen de guerra” un operativo militar contra presuntos guerrilleros en la frontera con Ecuador en el que murieron 11 personas, varias de ellas civiles según los pobladores.
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Desde el parlamento también criticó la represión policial durante las protestas del año pasado contra su antecesor, Iván Duque, en las que 28 personas murieron a manos de la fuerza pública, según la ONU.
Su gobierno busca transformar o eliminar el escuadrón antidisturbios involucrado en muchos de esos abusos y sacar a la policía de la cartera de Defensa para que pase a un “ministerio especial” de paz, convivencia y seguridad.
Si bien los militares gozan de apoyo popular, los escándalos han minado su reputación, entre ellos el de las alianzas con los sanguinarios paramilitares y el de la ejecución de 6.402 civiles que las tropas presentaron como guerrilleros caídos en combate para inflar sus resultados entre 2002 y 2008.
“Ese criterio de ascensos medido por bajas que generó tal desastre hace unos años tiene que cambiar. Que el ascenso sea medido al contrario: porque se impidió la masacre, se impidió la muerte del líder social”, aseveró Petro.