Caracas (AP)
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, salió al paso a críticas de ex ministros y colaboradores del fallecido Hugo Chávez que han puesto en duda su liderazgo frente al gobierno. Maduro, sin mencionar nombres, rechazó ser atacado desde las filas oficialistas.
"Bien desconsiderados son algunos de estos trasnochados de izquierda, atacando en el momento que el enemigo (la oposición) busca cortarnos la cabeza y destruirnos", dijo el gobernante durante la inauguración de un almacén estatal.
"Llegará el momento en que yo diga muchas verdades... no me las voy a callar; que el pueblo sepa que las voy a decir para que se caigan máscaras que ahora están tratando de confundir al pueblo y de animar a los factores de ultraderecha con sus conductas sinuosas, vacilantes, acusándome a mí que soy un nuevo Stalin", indicó Maduro, en alusión a las críticas de algunos dirigentes de su propio partido de que estaría traicionando el legado del fallecido presidente Chávez.
"Yo simplemente soy el hijo de Chávez en la tarea que él me dejó, cumpliéndola de manera honesta, humilde, trabajando todos los días de manera leal", enfatizó Maduro, elegido heredero político por Chávez y ganador de los comicios de abril del 2013.
Sin mencionar a ninguno de los ex ministros, Maduro dijo que enfrentará a "los desleales, a los que quieren con ropaje de izquierda tratar de confundir" y piden ahora "lo que no hicieron jamás cuando fueron ministros y fracasaron toditos".
Maduro habló un día después que el ex ministro de Educación, Héctor Navarro, se solidarizó con el recientemente despedido ministro de Planificación Jorge Giordani, uno de los más cercanos colaboradores de Chávez, quien afirmó en una carta tras su salida del cargo que Maduro "no transmite liderazgo", da una "sensación de vacío de poder" y "abre el camino para la reinstalación de mecanismos financieros capitalistas" en Venezuela.
Navarro, otro de los ex ministros de Chávez, confirmó el miércoles que fue suspendido del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela y pasado al tribunal disciplinario, que podría acarrearle la expulsión de esa organización partidista.
Horas más tarde, en un masivo acto partidista en el estado central de Aragua, Maduro exigió "máxima lealtad y disciplina" a los miembros del PSUV y acusó de divisionistas a los ex ministros.
"Ya es suficiente de esa izquierda trasnochada, grupalista, fraccionalista que dañó y mató el proyecto y la esperanza popular en la década de los 70, de los 80, que no supo dirigir a este pueblo nunca". Maduro ha advertido "el que no esté de acuerdo que se vaya" de las filas oficialistas.