(Ilustración: Giovanni Tazza / El Comercio)
(Ilustración: Giovanni Tazza / El Comercio)
Redacción EC

Por: Leandro Darío
Desde Buenos Aires


 tendrá este domingo su primer round electoral, cuando se celebren las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), en las que el presidente espera descontar la ventaja que lleva en las encuestas el kirchnerismo, representado por la fórmula de y .

El escenario está marcado por la incertidumbre y la polarización entre las dos principales fuerzas políticas, que con distintos planes económicos y una mirada opuesta sobre la inserción de Argentina en el mundo, se disputarán la presidencia el próximo octubre. 






El oficialismo apuntó todos los cañones no solo a los indecisos, sino también a los votantes desencantados con la gestión de la economía. Con una inflación que lleva casi una década –y se estima que llegará al 40% en el 2019–, una economía en recesión que según el FMI caerá 1,3% este año, y un tercio de la población bajo la línea de la pobreza, Macri ya no puede ofrecer optimismo y esperanza, como hace cuatro años, y tiene pocos logros concretos para exhibir.

Por eso, sus spots de campaña se enfocan en las obras públicas que hizo su gobierno y en el antagonismo con el kirchnerismo, un sentimiento que podría movilizar al voto antiperonista de los grandes centros urbanos. “La Argentina que queremos no está en el pasado, está en el futuro”, clamó Macri en un discurso en la Sociedad Rural.

(Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

Francisco Quintana, secretario general del PRO, el partido liderado por el presidente, planteó a El Comercio que las elecciones definirán dos modelos opuestos de país. “Los argentinos advierten que el nuestro es un modelo republicano, institucional, de división de poderes y transparente, frente al riesgo concreto de volver a un Estado autoritario, donde primaba la corrupción”, aseguró.

—Ventaja kirchnerista—

Por su parte, el kirchnerismo apuntó a los fracasos económicos del Gobierno. “Macri no tiene la capacidad de exhibir ningún cambio material, no logró resolver los problemas de ningún argentino”, aseveró a este Diario Santiago Cafiero, jefe de campaña de Alberto Fernández y nieto del histórico dirigente peronista Antonio Cafiero.

Otro de los temas que divide es la crisis en Venezuela y su posible deriva argentina. Para ser elegido en el 2015, Macri advirtió en reiteradas ocasiones que el país iba camino a convertirse en ese país. Paradójicamente, Cristina Fernández, histórica aliada regional de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, también instrumentalizó la crisis bolivariana. “Hoy con la comida estamos igual que Venezuela”, dijo la semana pasada durante la presentación de su libro “Sinceramente”, el mayor éxito de ventas este año de la industria editorial.

(Foto: AFP)
(Foto: AFP)

Según las últimas encuestas, el kirchnerismo lleva una ventaja de entre dos y cinco puntos, arañando el margen de error del 3%, lo que aumenta aún más la incertidumbre por el resultado de este domingo. La clave, más allá de la distancia entre una y otra fórmula, estará en el porcentaje de votos que obtenga el primero. Para ganar en primera vuelta, el 27 de octubre, necesitará el 45% de las preferencias del electorado. Si ninguno de los dos llega a ese ‘número mágico’, habrá segunda vuelta el 24 de noviembre.

Las primarias de este domingo no funcionarán estrictamente como tales, pues los partidos solo han presentado una lista, por lo que serán un gran termómetro electoral –en el que todos los argentinos están obligados a votar– que indicará quién será elegido en octubre.
Macri y los Fernández saben que si el partido arranca con un gol abajo, quizás no quede tiempo para remontarlo. 

ENTREVISTAS 

“CON MACRI CRECIÓ EL HAMBRE”

Santiago Cafiero, jefe de campaña de A. Fernández

—¿Coincide con las encuestas que sostienen que Alberto Fernández supera a Macri solo por pocos puntos?
Habrá que verlo el domingo. Nosotros hemos consolidado un espacio político amplio, un frente diverso con dirigentes de distintas posiciones. Hemos logrado que todos quepan en el Frente de Todos y que Alberto Fernández sea la síntesis de esa heterogeneidad. Alberto es un candidato que marca la agenda de la economía y de lo social, todo de lo que el Gobierno trata de escapar porque no tiene logros que exhibir.

—Con una economía en recesión, ¿por qué Macri sigue siendo competitivo?
Hay una cuestión cultural en nuestro país que tiene que ver con el antiperonismo. Macri ha logrado consolidar el prejuicio que existe en parte de nuestra sociedad. Y también hizo una campaña de miedo agitando los fantasmas de Venezuela o de un populismo que coarta las libertades individuales. En cuanto a su gestión, es difícil evaluar su legado político. Hoy no sé cuál sería, me cuesta creer que pueda exhibir que el país tuvo inversiones productivas, que no existieron, o el fomento a las pymes, cuando cerraron 20 mil en su mandato. En su gobierno aumentó la desocupación y la pobreza.

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—Dice que Macri agitó el miedo con Venezuela, pero hace unos días Cristina Fernández afirmó que “Argentina está igual”...
Se decía que con nosotros íbamos a ser Venezuela y ahora estamos más cerca de eso que antes. La FAO hace un ránking sobre el hambre y dice que la inseguridad alimentaria se deterioró en estos años. Venezuela está en una crisis humanitaria muy fuerte y en esa escala Argentina está muy lejos, pero lo cierto es que creció el hambre cuando antes casi la habíamos erradicado.

Para algunos, resolver la crisis en Venezuela es con el desembarco de fuerzas militares, para otros es buscar una salida de diálogo. Unasur hubiera sido una herramienta importante, mucho más que el Grupo de Lima, que solo nos aísla de Venezuela. El problema es tanto Maduro como Trump. 

“ESTÁ EN JUEGO LA LIBERTAD Y LA PAZ”

Francisco Quintana, secretario general del PRO 

—¿Qué escenario manejan a nivel nacional, en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires, los tres distritos más importantes gobernados por Juntos por el Cambio (la coalición del presidente Macri)?
A nivel nacional y en la provincia prevemos un escenario de mucha polarización y paridad. Hemos hecho una campaña de menor a mayor y somos optimistas. En la ciudad de Buenos Aires también hay polarización, pero creemos en un triunfo con contundencia del oficialismo.

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—Con una economía en recesión, ¿por qué Macri sigue siendo competititivo?
Porque se empiezan a percibir las señales de recuperación económica. Una vez despejada la incertidumbre electoral, creemos que Argentina tiene bases sólidas para crecer de manera sostenible. El tipo de cambio está estable, la inflación en desaceleración, lenta pero progresivamente hay recuperación del consumo. Eso es advertido por los argentinos. Las buenas chances electorales también se explican porque hay una sociedad que elige no volver al pasado.

—Después de 12 años de kirchnerismo, las encuestas coinciden que será la fuerza más votada en las PASO. ¿Qué hizo mal el gobierno de Macri para que ellos tengan tantos votos?
Vamos a un escenario dividido, y una parte de nuestra sociedad prefiere volver atrás, pero estoy convencido de que en octubre van a ser minoría. Ellos tienen candidatos que despiertan el interés de un sector duro de la población, que considera que estaba mejor hace cuatro años. Eso es válido y legítimo, pero creemos que tienen más contradicciones y debilidades.

—¿Por qué el Gobierno y el kirchnerismo han apelado a Venezuela?
Si Argentina seguía en el 2015 por el mismo camino, era inevitable pensar que terminaríamos en una situación similar a la que viven hoy los venezolanos. Basta recordar las enormes coincidencias de Chávez y Maduro con Néstor y Cristina. Estas elecciones son fundamentales. Está en juego la libertad, la paz, la convivencia, el respeto por las instituciones.

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