Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada, estudiantes de medicina, fueron asesinados tras asistir al carnaval en Huejotzingo, en Puebla, México.
Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada, estudiantes de medicina, fueron asesinados tras asistir al carnaval en Huejotzingo, en Puebla, México.

Las universidades de Puebla, , están paralizadas por cuenta del asesinato de los estudiantes de medicina colombianos Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada.

Versiones iniciales señalan que una banda de ladrones de carros está detrás del crimen de los estudiantes, de un compañero y del conductor del carro Uber en el cual se desplazaban tras asistir a un carnaval local.

Pero la Fiscalía de Puebla acaba de entregar nuevas pistas sobre lo ocurrido.

Uno de sus voceros dijo esta mañana en rueda de prensa que antes del asesinato, se registró un altercado entre Ximena, la estudiante colombiana y otra mujer, por el robo de un sombrero durante el carnaval en Huejotzingo.

En efecto, Gilberto Higuera Bernal, vocero de la entidad, señaló que el sombrero fue encontrado en una de las tres casas que fueron allanadas y en los que además estaba escondido el automóvil Beat, robado a una de las víctimas.

Según Higuera Bernal, en el lugar se encontraron pertenencias de los estudiantes y seis vehículos reportados como robados. Además, narcóticos, municiones y chalecos antibalas.

El reporte de la Fiscalía señala que entre los detenidos están Pablo Jesús, de 46 años; Ángel, de 23; y Lisset, de 22 años.

Esta última la señaló como la mujer con la que fue el altercado con la colombiana Ximena.

Según la Fiscalía, los detenidos forman parte de una banda dedicada al robo de vehículos y transporte con mercancía, por lo que creen que hay más involucrados en el múltiple homicidio.

Lo que ha llamado la atención es que, inicialmente, se dijo que el carro Uber fue encontrado cerca a los cuerpos. Pero en esta nueva versión se dice que estaba en uno de los predios allanados en la zona de Huejotzingo.

“Vinieron a estudiar medicina y nos los entregan muertos”, dijo el padre de Ximena al llegar a Puebla. Sin embargo, se impidió que hablara con la prensa local.

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