El lunes de esta semana, el acantilado de la Costa Verde casi cobra otra víctima mortal. Una piedra desprendida en Barranco por poco mata a un taxista.
Al mismo tiempo una batalla campal en Lima este, entre Chosica y San Antonio, por un tema de límites y propiedad de tierras, dejó un muerto.
Mientras tanto, la Municipalidad de Lima exigió cintas distintivas a los taxis de la ciudad; el Callao no se hizo ningún problema y pide que no se moleste a los taxis autorizados por ellos. Entonces, quedamos con un ordenamiento a medias.
La ciudad es como una bestia viva que crece todos los días y nunca descansa en paz. Sus problemas, la mayoría de vieja data, no hacen sino evidenciar la ausencia de un buen gobierno.
Nos persiguen las noticias problemáticas y no los anuncios esperanzadores.
Resulta increíble que hasta ahora seis distritos ribereños y la autoridad metropolitana no se ponga de acuerdo en qué Costa Verde queremos y cómo hacerla realidad, y se trate con visión integral un tema tan urgente como el manejo de riesgos.
Del mismo modo, la ausencia de una política de suelo de interés público y de vivienda popular, por parte de la municipalidad, sigue siendo el caldo de cultivo de los traficantes de tierras con muertos incluidos.
Una noticia casi desapercibida fue la inauguración del bulevar Angamos en Surquillo. El alcalde José Huamaní, se propuso transformar las siete cuadras más emblemáticas de Angamos en un paseo peatonal arborizado, con mobiliario urbano de calidad, iluminación ambiental, logró un proyecto de regeneración urbana de un espacio público venido a menos. Con seguridad fortalecerá la identidad del distrito. ¿Un ejemplo a seguir?
Finalmente el Colegio de Arquitectos anuncia para setiembre la realización de un foro internacional para presentar y discutir propuestas para Lima en vísperas electorales, y en el que se incluirá una invitación a los candidatos.
Se anuncian expositores de primer nivel vinculados al séptimo Foro Mundial Urbano realizado en abril del presente año en Medellín.
Así el estado de cosas, últimas encuestas colocan a tres candidatos a la Alcaldía de Lima despuntándose del resto.
Sin embargo, para ninguno de ellos, ni los nueve aspirantes restantes, lo que ocurra día a día en Lima parece motivo de preocupación. Ni una sola voz se levanta para ofrecernos su versión de que se debería hacer ante temas como los recientes. Importante separar el grano de la paja en los últimos acontecimientos y señalarnos qué dice su plan de gobierno ante temas que son fundamentales para el crecimiento de Lima.
Bien por la reciente firma de los candidatos de un compromiso con el transporte, pero ¿bajo qué modelo de ciudad y con qué propuesta de desarrollo urbano? Esa es la clave.
Una forma de mirar con cierto respeto o curiosidad a algunos de los aspirantes, es escuchar su punto de vista.
Ojalá no tengamos que esperar que termine el Mundial de Futbol para que el futuro de Lima en los próximos años recién aparezca en la agenda.