En la lengua familiar del Perú y otros países de la América hispana, manazo puede ser un aumentativo del sustantivo mano (en España es manaza) y también equivalente de la voz general manotazo “golpe dado con la mano” (DRAE 2014). Véase un ejemplo de Mario Vargas Llosa en su novela Conversación en La Catedral, en referencia a cierto perro casero: “... para enseñarle a hacer sus cosas afuera, le daba un manazo en el trasero...” (Barcelona 1996, p. 638).