Fernando Vivas

Por una vez, celebremos la buena nueva. Tras quinquenios de bronca letal, que incluyó siete procesos de vacancia y una disolución, el Congreso le está dando gobernabilidad al Ejecutivo. De vez en cuando, hay una interpelación, una ley aprobada por insistencia, una disonancia; pero prima la paz en las alturas. Si algo sorbe el seso de la presidenta Dina Boluarte y del primer ministro Alberto Otárola, no es el Congreso.

Fernando Vivas es columnista, cronista y redactor