Un momentito. No toda crítica a este gobierno es parte del complot fujimorista para buscar la vacancia. El Ejecutivo no puede hacerse la víctima con lo de Chinchero. La crispante polarización política que vivimos no puede cegarnos. A riesgo de caer chinchoso, recordemos:
Que probablemente la única víctima aquí sea el mismo Vizcarra, quien al inicio fue –como ha recordado este Diario– el más flexible respecto a la idea de detenerlo todo. Hasta que, claro, PPK salió con su pizarrita en cadena nacional. Luego, ya no hubo vuelta atrás.
Que la cifra mágica del supuesto ahorro de 590 millones de dólares no es defendible ni por un estudiante del primer año de economía. Una resta aritmética no sirve para cálculos millonarios que se prolongan durante décadas (justamente por eso es que existen los intereses).
Que el equipo técnico de Ositrán emitió un diagnóstico negativo de la adenda, pero su Consejo Directivo decidió votar a favor. Según “Gestión”, esta es la primera vez que algo así ocurre en el ente regulador.
Que, según los audios y las actas de las reuniones del Consejo Directivo de Ositrán, difundidos en “Punto final”, los tres directivos discutieron emitir una opinión “desfavorable con recomendaciones”. Pero, días después, dos de los tres directivos votaron a favor de la adenda.
Que el voto en minoría fue de la entonces presidenta de Ositrán, Patricia Benavente, quien renunció a los pocos días.
Que uno de los directivos de Ositrán que votó a favor es Alfredo Dammert Lira, fundador de Impulsa Consulting, cuya directora ejecutiva fue la actual viceministra de Transportes, Fiorella Molinelli.
Que Fiorella Molinelli, el año pasado, en plena gestación de la adenda, recibió en su oficina del MTC a Ximena Zavala. Fueron por lo menos –como denunció Marisa Glave– seis reuniones con Zavala, no solo hermana de nuestro primer ministro, sino, a la sazón, gerenta de Asuntos Corporativos de Andino Investment Holding, integrante de Kuntur Wasi.
Que el CEO de Kuntur Wasi, Carlos Vargas Loret de Mola, había dicho que la señora Zavala no fue parte del proceso de conversaciones con el Estado.
Que Vargas Loret de Mola participó, el 23 de junio del año pasado, en una celebración privada por la victoria de PPK, según fotos de “Correo”. Según dijo, estuvo allí pero “no habló con nadie”.
Que el vicepresidente de Kuntur Wasi, Carlos del Solar Simpson, donó 18 mil soles a la campaña de PPK. Pero lo hizo porque son viejos amigos: Del Solar fue gerente general de Hunt Oil, una de las principales explotadoras del gas de Camisea. PPK fue consultor de Hunt Oil durante el gobierno de Toledo, por lo que fue investigado.
Que, como ha dicho el experto Nicholas Asheshov, no existe, en ningún lugar del mundo, un aeropuerto internacional tan elevado, con las características que el gobierno está ofreciendo (7 millones y medio de pasajeros al año a 3.750 metros sobre el nivel del mar).
Que el único aeropuerto internacional así de elevado es El Alto, en Bolivia (4.061 msnm), en el que no pueden operar, por altura, la mayoría de aviones comerciales, como los Boeing 747. No existe ninguna ruta directa fuera de Sudamérica hacia ese aeropuerto. Los otros diez aeropuertos –insisto: en todo el mundo– que se encuentran a más altitud que Chinchero no sobrepasan los 400.000 pasajeros al año.
Que la cabeza de Vizcarra se haya convertido en otro trofeo del fujimorismo no puede ocultar todo lo anterior. Aquí no se trata de camisetas políticas, sino de un estilo de gobierno que confunde, a cada paso, lo público con lo privado. ¿Y así se van a encargar de la reconstrucción del norte?