Daniela Diez Canseco

Como es de conocimiento público, el aumento de la es el pan de cada día de nuestro país. A partir de esto, es relevante destacar a una disciplina de la : la lingüística forense.

Ciencias como la criminología, la medicina legal y la antropología se sumergen en el campo forense por sus funciones, pues toda ciencia se convierte en forense cuando es útil para la justicia. Es así como la lingüística puede llegar a ser una ciencia forense en tanto colabore con el ámbito judicial. ¿Qué entienden los hablantes por forense?

Usualmente, las personas tienden a pensar que el término en mención se relaciona solamente con las muertes; sin embargo, revisando el Diccionario de la Lengua Española (DLE), la palabra “forense” hace referencia al foro. Para comprender esto es necesario revisar la entrada “foro” en el diccionario, la que hace alusión a un tribunal, es decir, una corte. Por tanto, la lingüística forense implica más que decesos.

Como ya se ha mencionado, la lingüística forense es una disciplina de la lingüística aplicada. Esta disciplina es la encargada de analizar el en todas sus formas (escrita y oral), desde diversos enfoques como el fonético-fonológico, morfológico, semántico y sintáctico. Esto para colaborar con la resolución de crímenes.

Sin duda, esta disciplina, como cualquier otra, resulta imposible de explicar en un solo artículo, por lo que se mencionará brevemente lo que implica.

En líneas generales y palabras sencillas, la lingüística forense se toma el trabajo de analizar audios, cartas o cualquier otro tipo de medio de comunicación, con el fin de identificar a hablantes por medio de la comparación de estos, explicando ciertos rasgos distintivos propios del habla, para así diferenciar a un locutor de otro y proporcionar un porcentaje obtenido mediante el método probabilístico.

En fin, la lingüística forense es una disciplina muy rica que puede seguir ayudando a reducir el crimen a través del encarcelamiento, en todo caso corresponda. Los profesionales que siguen esta disciplina buscan llegar a una verdad casi absoluta probabilísticamente de los casos.

Este artículo intenta exponer este campo, a fin de que se le dé la visibilidad necesaria, para que así las entidades públicas encargadas de la justicia puedan apoyarse en los lingüistas forenses para la resolución de crímenes con miras a mermar la tasa de crimen con mayor veracidad.

Daniela Diez Canseco es estudiante de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

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