Canal N cumple hoy 15 años y no le pesan. Se inauguró, sin bombos ni platillos, el domingo 4 de julio de 1999 y tuvo su bautizo de fuego a un añito de nacido, el 14 de setiembre del 2000, cuando difundió el ‘vladivideo’ Kouri-Montesinos que provocó que el Chino pusiera los pies en polvorosa.
A las pocas temporadas se convirtió en mi canal por default, el que veía cuando no veía televisión, o sea, cuando quería informarme sin entretenimiento ni exquisiteces. Era irregular, pues había que esperar hasta la noche para tener voces de autoridad en la conducción, como Jaime de Althaus, el único sobreviviente de la primera época. Pero el plantel de chiquiviejos que cubría el día, y aún lo cubre, compensaba su impericia ciñéndose al mandato del equilibrio y la pluralidad.
Hay que destacar que, aun en los huracanes electorales, N ha mantenido más compostura que los manganzones de la TV abierta. De eso se han ocupado, desde el impulso inicial de Bernardo Roca Rey, directores como Gilberto Hume y Fernando Ampuero. Luego, N entró en sinergia con América, y se delegó su manejo a Patricia Montero, Fabricio Torres y, hoy, a Ronald Velarde.
El ‘quino’ agarra a N en competencia. RPP, mi otro canal por default, tiene más voces de autoridad. La pelea hace bien a ambos (ATV + y Willax no tienen la misma suerte). En mi oficina, cuando paso del 10 (RPP)al 8 (N) de Cable Mágico, tengo que bajar el volumen, porque por alguna razón técnica o comercial, N lo tiene más alta que los demás. Muy pronto aparecerá Capital TV y ese será otro acicate para que N nos sorprenda una vez más, refrescando programas, plantel y estilo.