El Comercio encontró seis denuncias de funcionarios y empleados públicos que habrían aprovechado su cargo para quedarse con víveres y ayuda humanitaria en los últimos 10 años. (Foto referencial: Juan Ponce / El Comercio)
El Comercio encontró seis denuncias de funcionarios y empleados públicos que habrían aprovechado su cargo para quedarse con víveres y ayuda humanitaria en los últimos 10 años. (Foto referencial: Juan Ponce / El Comercio)
Redacción EC

El caso del alcalde de San Cristóbal de Raján (provincia de Ocros, región Áncash), Diomer Leonardo Mercedes, quien tiene una orden judicial de captura ha causado indignación. La Corte Superior de Justicia de Áncash ordenó que este funcionario sea encarcelado por siete meses mientras se investiga si es que se apropió de víveres destinados para los damnificados de El Niño costero.

De acuerdo a la acusación, el alcalde Leonardo y su chofer, Álex Celestino, habrían escondido una gran cantidad de alimentos y enseres de apoyo para las poblaciones golpeadas por las lluvias. Estos materiales fueron hallados en una cochera de la ciudad de Huaraz.

En su defensa, el 1 de abril pasado, el alcalde de San Cristóbal de Raján ha señalado que dejó las donaciones la cochera debido a que no tenía más capacidad en el vehículo que usó para trasladarlas. Él asegura que esta acusación es una venganza de sus enemigos políticos. No obstante, Diomer Leonardo está hoy como no habido.

El alcalde de San Cristóbal de Raján habría escondido alimentos, aceite, colchones, mantas polares, agua, entre otros productos, en una cochera de Huaraz. (Foto: Ministerio Público / JNE)
El alcalde de San Cristóbal de Raján habría escondido alimentos, aceite, colchones, mantas polares, agua, entre otros productos, en una cochera de Huaraz. (Foto: Ministerio Público / JNE)

El Comercio revisó otros casos de funcionarios y empleados públicos acusados de robar ayuda humanitaria en tiempos de crisis (durante este último Niño costero y el terremoto de Pisco, del 2007). En algunos casos, las acusaciones terminaron en procesos penales. En otros, sin embargo, quedaron sin ser esclarecidos.

LOS SERENOS DETENIDOS
El 23 de marzo pasado, cuando el Niño costero se ensañaba con el norte del país, tres obreros de la Municipalidad Provincial de Trujillo fueron sorprendidos llevándose donaciones como latas de atún. Faltó poco para que Roger Hernández Valera, Percy Sánchez Ramos y Jorge Díaz Rodríguez (quienes eran empleados municipales desde hace más de 5 años) fueran linchados por los vecinos. Al día siguiente, la municipalidad de Trujillo condenó el accionar de estos sujetos y prometió sanciones.

DESAPARICIONES SIN EXPLICACIÓN
A inicios de abril de este año, el regidor de la Municipalidad Provincial de Zarumilla, Tulio Sandoval Camacho, denunció que al menos 400 prendas de vestir desaparecieron del almacén municipal. El regidor señaló que estas donaciones iban a ser entregadas a 200 familias damnificadas de tres asentamientos humanos.

El regidor Sandoval exigió que se investigue el caso y, sobre todo, a los funcionarios municipales que debían resguardar esos materiales. Asimismo, el alcalde Félix Garrido prometió una sanción para los responsables.

Luego, el 25 de abril último, la policía allanó en El Callao la vivienda de tres sujetos que almacenaban sacos de donativos. Lady Margarita Rengifo Vásquez, una de las detenidas señaló que esa ayuda humanitaria les había sido entregada por un funcionario del Gobierno Regional del Callao. No obstante, esta entidad negó esa acusación.

EL CHOFER CHALACO
No es la primera vez que funcionarios del Gobierno Regional del Callao son acusados de aprovecharse de la desgracia. El 21 de agosto del 2007, a menos de una semana del terremoto de 7,9 grados que destruyó la ciudad de Pisco, un chofer del Gobierno Regional del Callao fue descubierto con frazadas y alimentos que debió entregar a las víctimas de la tragedia.

Héctor Roca Morales, de 37 años, fue expulsado de la institución y denunciado ante el Ministerio Público, según reportó El Comercio en aquellos días. Las donaciones que almacenaba en su casa, en el Callao fueron descubiertas gracias a la denuncia de una ciudadana. Ella vio cómo desde una camioneta descargaban frazadas y comida.

(Foto: USI)
(Foto: USI)

Cuando los policías intervinieron la casa, encontraron doce frazadas, dos paquetes de diez kilos de arroz cada uno, siete cajas de leche en lata, seis cajas de atún y conservas (cada una de 24 latas).

LA SUBGERENTE Y LAS DONACIONES
Días antes de que fuera descubierto el chofer Héctor Roca Morales, otro caso indignó a la ciudadanía. La subgerente de Defensa Civil de la Municipalidad de La Victoria, María Teresa Rosas García, fue acusada de esconder en su casa media tonelada de ropa y víveres destinados para los damnificados del terremoto del 15 de agosto del 2007.

El 22 de agosto de ese año, el Juzgado Penal 23 de Lima ordenó la detención de María Rosas y le abrieron proceso por peculado agravado. Otras cinco personas fueron encarceladas preventivamente tras ser acusadas de complicidad. Ellos se habrían encargado de introducir 76 bolsas con víveres en la casa de su jefa, ubicada en la avenida Manco Cápac.

María Rosas García se encuentra hoy en libertad. 

María Rosas García fue acusada de apropiarse de varios kilos de donaciones durante el terremoto del 2007. (Foto: Consuelo Vargas / El Comercio)
María Rosas García fue acusada de apropiarse de varios kilos de donaciones durante el terremoto del 2007. (Foto: Consuelo Vargas / El Comercio)

EL ALCALDE Y EL MALENTENDIDO
El 28 de agosto del 2007, tres toneladas de productos que habían sido donados por el Ministerio del Interior para los damnificados del distrito de Huancará (Yauyos), también afectados por el terremoto, fueron halladas en la casa del alcalde distrital, Luis Beltrán Ponce, en San Juan de Miraflores.

Entre las donaciones había bidones con agua, alimentos en lata, papel higiénico, frazadas y medicamentos que el alcalde de Huancará, Luis Beltrán Ponce, con un grupo de regidores, había recibido, pero que en el trayecto a su pueblo acabaron en una casa de dos pisos ubicada en la Mz C, lote 1, asociación de vivienda Alipio Ponce.

El alcalde de Huancará aseguró que todo era un malentendido. Decía que las donaciones habían sido dejadas allí mientras esperaban la llegada de otro camión con un conductor que conocía el sinuoso camino a su pueblo.

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