“Estás decidiendo tu destino junto a Ezequiel (Nolasco). Estás vigilado donde estés, estúpido valiente”, dice el último mensaje de texto intimidatorio que ha llegado al teléfono celular del candidato a la presidencia regional de Áncash Luis Saavedra Contreras, según este mismo lo manifestó.
El aspirante por el partido Siempre Unidos, refirió que las amenazas empezaron desde que denunció una irregular actividad proselitista llevada a cabo en Huaraz por el partido Cuenta Conmigo, al cual pertenece el cuestionado presidente regional César Álvarez.
“En la actividad desarrollada el pasado 8 de febrero había ambulancias del gobierno regional, personal médico y se repartía medicinas así como propaganda política, es decir, era una campaña con bienes del Estado. Pero mis denuncias no son de ahora, he sido un crítico de la gestión de Álvarez desde el 2010”, indicó Saavedra en Canal N.
Señaló además que tras el homicidio del ex consejero regional Ezequiel Nolasco, los amedrentamientos arreciaron vía mensajes de texto. Incluso, dio cuenta de que después de la audiencia descentralizada desarrollada en Chimbote por la Comisión de Fiscalización del Congreso, dos sujetos en moto lo interceptaron para advertirle: “Ten mucho cuidado con lo que estás haciendo”.
Saavedra puntualizó que durante la sesión había hecho pública una deuda en obras e impuestos, más deficiencias legales, por S/.75 millones de la Municipalidad de El Santa. Luis Arroyo Rojas, alcalde de esa provincia, fue sindicado el 2010 como presunto autor intelectual del primer ataque que sufrió el fallecido Nolasco.
“Alrededor de mi domicilio rondan motorizados y el vecindario ya se alarmó. Estoy acá para solicitar los mecanismos policiales de protección y, al ministro del Interior, que se investigue, no quiero atribuir autorías hasta que se indague al respecto. Si estoy acá en Lima pidiéndolo es porque las posibles víctimas de atentados hemos perdido la confianza en los entes policiales de Áncash”.
Sobre ese último punto, el candidato indicó que su hipótesis es que Álvarez ha corrompido con “dádivas económicas” a altos oficiales de la Policía, quienes incluso habrían llegado a hacerse exitosos empresarios constructores.