En el día 52 del paro indefinido contra el proyecto minero Tía María –y segundo de una protesta convocada en toda la región Arequipa– la violencia se extendió a la capital departamental. La Ciudad Blanca fue escenario de diversos enfrentamientos y atentados contra la propiedad privada.
Alrededor de la 1 p.m. de ayer, manifestantes atacaron uno de los locales de la cadena de restaurantes T.G.I. Friday’s, en un centro comercial del distrito de Cayma. Los revoltosos, que portaban palos y ocultaban sus rostros con pañuelos, lanzaron piedras y rompieron los vidrios y carteles de la parte delantera del local.
En la plaza San Francisco, manifestantes agredieron a un grupo de personas que había organizado una concentración por la paz y el cese de la violencia en el Valle de Tambo. Por las redes sociales se había convocado a los ciudadanos para que asistieran a la plaza pública con un polo blanco. Así, expresarían su rechazo a los enfrentamientos en Islay. A las 12:30 p.m., cuando unas 20 personas con prendas blancas ya se habían reunido en esta cita pacífica, manifestantes les lanzaron insultos y trataron de romper sus pancartas.
A las 2:30 p.m., el área de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) se convirtió en un campo de batalla. Unos 100 manifestantes que desde el martes habían tomado la universidad y bloqueado la avenida Independencia con piedras y palos se enfrentaron con la policía. Para dispersarlos, los agentes lanzaron bombas lacrimógenas. Los estudiantes se refugiaron dentro del campus y desde ahí arrojaron objetos contundentes.
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