“En el Perú no se pasa hambre. Hasta en el último pueblo del Perú se come de manera contundente”, afirmó el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, en una conferencia de prensa a inicios de agosto. Sin embargo, la evidencia oficial contradice sus palabras. Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la prevalencia de desnutrición crónica en menores de 5 años fue de 12,2% en el primer semestre del 2024.
Esta cifra supera en 0,7 puntos porcentuales al porcentaje registrado en el 2023: 11,5%. Además, representa un retroceso a niveles previos a la pandemia, ya que en el 2019 se registró el mismo porcentaje (12,2%). También consigna que la desnutrición crónica incrementó tanto en niños que viven en zonas rurales como en las zonas urbanas del país.
La encuesta mencionada muestra cifras preocupantes en otros indicadores de alimentación. La lactancia materna en menores de 6 meses pasó de 69,3% en el 2023 a 65,9% en los primeros seis meses de este año, es decir, regresó al porcentaje del 2022.
Por otro lado, la anemia en niños de 6 a 35 meses de edad muestra una leve reducción. En el primer semestre del 2024, se registró un porcentaje de 42,8% una diferencia 0,3 puntos porcentuales con el nivel del 2023: 43,1%. Sin embargo, la anemia en mujeres en edad fértil (15 a 49 años de edad) aumentó de 22,7% en el 2023 a 23,2% en la primera mitad de este año.
Jessica Huamán, nutricionista y vocera de la Plataforma por la Seguridad Alimentaria del Perú, advierte que el aumento de la desnutrición crónica infantil supone un preocupante pronóstico para el porcentaje total del 2023. “En los últimos tres años, el nivel fluctuaba en 11%, con la expectativa de que alcance una cifra menor al 10%. Lamentablemente, esta mejora no ha continuado”, declaró.
Huamán alertó que la desnutrición crónica impacta negativamente en el desarrollo cognitivo de los niños. “El 80% del cerebro se forman los tres primeros años de vida. Existe menor sinapsis en un niño con desnutrición crónica que uno sano. Si los niños no tienen una conexión neuronal adecuada en su infancia, el daño cognitivo podría ser irreversible, a pesar de que luego se recupere de la desnutrición crónica”, afirmó.
Cabe recordar que los niños con desnutrición crónica tienen menor altura de lo que le corresponde con relación a su edad.
Entre las principales causas del preocupante aumento de la desnutrición crónica infantil, la nutricionista señaló su relación con el aumento de la pobreza y pobreza extrema. Según los Resultados de la Pobreza Monetaria en el Perú del INEI en el 2023, la pobreza monetaria subió en dicho año y alcanzó al 29% de peruanos (9 millones 780 mil personas); la pobreza extrema alcanzó al 5,7% de la población. Asimismo, el costo de la canasta básica de alimentos subió a S/446 mensuales por habitante. “Se han dado todas las condiciones para que incremente la malnutrición”, aseveró Huamán.
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En esa línea, la nutricionista explicó que existe mayor prevalencia de desnutrición crónica en hogares vulnerables o en situación de pobreza. “Los niños necesitan una dieta rica en proteínas para su crecimiento —sobre todo las proteínas de alto valor biológico como la carne y sus derivados. De lo contrario, pueden presentar un retardo en su crecimiento. Las proteínas están entre los alimentos más caros actualmente. Entonces, un niño en situación de pobreza puede padecer inseguridad alimentaria y no tener acceso a alimentos nutritivos”, expresó.
Por otro lado, Huamán dijo que el Estado debe impulsar campañas de sensibilización e información a los padres de familia para que no descuiden la evaluación de la curva de crecimiento de los menores. “La mayoría de padres no presta atención al crecimiento de sus hijos y los problemas de crecimiento se detectan recién al inicio de su etapa escolar. Todos los menores deben asistir a sus controles de crecimiento durante la primera infancia”, subrayó.
Por otra parte, Huamán advirtió que si una mujer con anemia quede embarazada, podría presentar un parto prematuro o tener un niño con bajo peso al nacer. Así también, mencionó que el nivel de esta enfermedad en la primera mitad del año (42,8%) representa una cifra alarmante.
Al respecto, Sarah Laughton, representante en Perú del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, declaró previamente a El Comercio que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando la prevalencia nacional o local de anemia es mayor al 40%, se considera como un problema de salud pública severo.
¿Cómo le va al Perú en comparación a otros países de la región?
En el contexto de Sudamérica, según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura 2024 (FAO por sus siglas en inglés), que tiene datos actualizados hasta el 2022, el Perú ocupa el quinto lugar de países con mayor prevalencia de desnutrición crónica en menores de 5 años.
Prevalencia de desnutrición crónica en menores de 5 años en Sudamérica al 2022 (según la FAO) | |
---|---|
Ecuador | 22,7% |
Colombia | 11,2% |
Bolivia | 11,1% |
Venezuela | 10,5% |
Perú | 10,1% |
Argentina | 9,5% |
Surinam | 7,6% |
Guyana | 7,6% |
Brasil | 7.2% |
Uruguay | 6,1% |
Paraguay | 3,4% |
Chile | 1,6% |
La FAO informó a El Comercio que su evaluación tiene criterios adicionales al Endes. Esto explica diferencia entre ambas mediciones para las cifras de desnutrición crónica infantil en el 2022. El organismo adscrito a la ONU señaló que su evaluación se realiza a partir de la aplicación de preguntas del módulo de la Escala de Experiencia de la Inseguridad Alimentaria (FIES por sus siglas en inglés).
La encuesta de la FIES consta de ocho preguntas breves que se centran en experiencias y comportamientos relacionados con la alimentación que describen los encuestados, relacionados con dificultades crecientes para acceder a los alimentos debido a limitaciones de recursos.
De esta forma, la FIES mide los factores determinantes de la seguridad alimentaria (por ejemplo, la disponibilidad de alimentos o ingresos) y los posibles resultados (por ejemplo, el estado nutricional).
Las preguntas de la FIES que miden el acceso a una alimentación adecuada
Durante los últimos 12 meses, ha habido algún momento en que, por falta de dinero u otros recursos:
1. Se haya preocupado por no tener suficientes alimentos para comer
2. No haya podido comer alimentos sanos o nutritivos
3. Haya comido poca variedad de alimentos
4. Haya tenido que saltarse una comida
5. Haya comido menos de lo que pensaba que debía comer
6. Su hogar se haya quedado sin alimentos
7. Haya sentido hambre pero no comió
8. Haya dejado de comer durante todo un día
La dramática desventaja de padecer anemia en los 3 primeros años
Retraso para hablar, caminar, sistema inmune débil y riesgo académico son algunas de las graves consecuencias de padecer anemia a temprana edad. El impacto de esta afección al desarrollo cerebral de los niños entre 6 a 35 meses es irremediable.
Estudios nacionales y extranjeros concluyen que un niño que no presenta anemia durante los 36 primeros meses de vida logrará un desarrollo cerebral apropiado. Sin embargo, de acuerdo con estudios del PMA, el coeficiente intelectual de los niños con anemia en su primer año disminuye en 5 puntos. Andrés Guizado, hematólogo pediatra de la Clínica Internacional, sostiene que el impacto puede incrementarse hasta 10 puntos si el menor no recibe un tratamiento.
A lo largo de su crecimiento, esto afectará su capacidad de atención, manejo de emociones, comportamiento, entre otros áreas del desarrollo.