Un templo construido sobre piedras colocadas casi de manera perfecta en espiral, tres contextos funerarios individuales y otro múltiple que incluye los cráneos de seis personas, y restos de vasijas de cerámica con huellas de hollín. Estas son las más recientes evidencias de la existencia de antiguas sociedades amazónicas complejas que marcan los inicios de la civilización en Jaén.
La edificación de 5.300 metros cuadrados fue construida en el sector de Montegrande, a solo diez minutos de la Plaza de Armas de Jaén, Cajamarca. Hace una década, los habitantes de la zona llegaron a utilizar este espacio como botadero público.
El director del proyecto arqueológico de Montegrande, Quirino Olivera, explica que este centro fue utilizado por una cultura amazónica con una antigüedad de más de cinco mil años. Estos hombres se dedicaban a la arquitectura, alfarería, escultura en piedra, madera y hueso.
Ya en el 2010, Olivera reveló el hallazgo de dos templos en Montegrande y en San Isidro. Al inicio se creyó que estos centros pertenecían a la cultura Bracamoros; sin embargo, luego de los estudios de carbono 14 que se realizaron en Estados Unidos, se comprobó que pertenecían a sociedades más antiguas.
En ambos templos se encontraron 14 contextos (depósitos) funerarios, lo que logró colocar a Jaén como un centro cultural de atractivo turístico. “Estamos siguiendo la línea de Julio César Tello, quien dijo que el origen de las civilizaciones sudamericanas estaba en la selva”, comentó.
—El centro del espiral—
En una de las esquinas del templo en espiral, en una posición dirigida al sol, está el primer contexto funerario. Son los huesos de un joven de entre 16 y 18 años enterrado junto a algunas ofrendas, una porra circular y algunos fragmentos de cerámica polícroma. Se trataría de un joven soldado de alta jerarquía que fue enterrado en esa posición como vigilante espiritual del templo.
Pero uno de los mayores hallazgos está a cuatro metros de profundidad, en el centro del espiral. Ahí yace la tumba del personaje más importante de esta cultura. Sin embargo, por falta de presupuesto aún no ha podido ser desenterrado.
—Faltan recursos—
Las excavaciones en Montegrande se iniciaron en mayo y, gracias al apoyo financiero del Plan Binacional Perú-Ecuador junto al Ministerio de Cultura (aportaron S/80 mil), continuaron hasta julio de este año. Desde agosto hasta octubre, el proyecto ha subsistido con el fondo de S/100 mil que aportó el municipio provincial de Jaén.
“Apenas hemos llegado al 20% del templo en espiral. Habremos excavado unos dos metros, de los 9 metros de profundidad”, precisa Olivera.
El arqueólogo lamenta que debido al nulo presupuesto se tendrá que volver a enterrar lo excavado. Esto para que los restos no sean afectados por fenómenos naturales como la lluvia.
El ministro de Cultura, Jorge Nieto, visitó el templo la semana pasada y aseguró a la prensa que este será incluido en el programa de rescate de centros arqueológicos que iniciará este mes el sector. 
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— El Comercio (@elcomercio) 23 de julio de 2016