La detonación de artefactos pirotécnicos de manera indiscriminada podría dejar secuelas en una niña de 7 años que fue alcanzada por un explosivo en la vía pública en el , en medio de las celebraciones por Nochebuena.

"Tiene tercer grado de quemaduras. Tienen que hacerle un injerto de piel", comentó Beatriz Aroni Riquelme, madre de la menor de edad que permanece internada en el Instituto Nacional de Salud del Niño en Breña.

El incidente ocurrió minutos antes de la medianoche de la Navidad, cuando todos los vecinos de la Av. Pacasmayo, en el Callao, estaban en la calle festejando la Nochebuena. En un momento, un pirotécnico de los vecinos estalló y rozó a uno de los hijos de Aroni Riquelme.

Sin embargo, la hermana tuvo menos suerte. El pirotécnico la golpeó por la espalda y se prendió en llamas. La reacción que tuvieron los padres tampoco fue favorable, ya que le echaron aceite en las heridas pensando que esto frenaría las quemaduras.

"La herida queda caliente. Si se le echa aceite, el aceite se calienta y sigue permaneciendo el calor. Por eso la invocación es que, ante cualquier tipo de quemadura, hay que meter aguar fría que corra por lo menos unos 30 minutos", recomendó el jefe del área de Cirugía Plástica y Quemados, Miguel Sarmiento.

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