Azucena Asunción Algendones se expresó complacida tras conocer que el Poder Judicial falló a su favor en el proceso emprendido a partir de un insulto racista recibido en su centro laboral en Huancayo el 2012. Entonces, una compañera la llamó “negra cocodrilo”.
El incidente ocurrió en la Empresa de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Municipal de Huancayo (Sedam), en donde -según cuenta- no recibió el apoyo esperado de parte de sus superiores. Incluso, el 2014 fue despedida.
Por ello, el Segundo Juzgado Penal Liquidador de la Corte Superior de Justicia de Junín dictó sentencia por el delito de discriminación racial en contra de Luis Alberto Pérez Peralta (ex gerente general de Sedam Huancayo) y Augusto Gianni Santisteban García (ex jefe de Recursos Humanos y Relaciones Industriales).
“Es tan triste recordar las agresiones que éstas personas hacían conmigo, pero a la vez es reconfortante saber la sentencia. Ellos (Luis y Augusto) se creían dueños cuando la empresa estaba ‘secuestrada’ por los integrantes de Junín Sostenible -grupo político que hoy gobierna en la región Junín- y siempre me decían que me iban a tumbar de la empresa”, aseguró la víctima de racismo en diálogo con Junior Meza, colaborador de El Comercio.
Según acotó la mujer que también padece de una discapacidad, también recibió constante hostigamiento en la empresa en su afán de encontrar justicia. “Han fabricado una serie de documentos y han hecho ver que yo me había robado 20,95 soles. Y por eso me denunciaron en la fiscalía Anticorrupción. Después continuaron las agresiones y solo recibí el respaldo del sindicato de la empresa, y ahora la justicia llegó sola”, refirió.
Pese a lo alcanzado hasta ahora, Azucena Asunción Algendones aseguró que proseguirá con el proceso, pues la persona que inició con las agresiones racistas -a la que identificó como Judith Pérez Huaynate- fue excluida del proceso judicial.