JOHNNY AURAZO MURRUGARA
Corresponsal
Desde que Alexander Pérez Gutiérrez, más conocido como ‘Gringasho’, fuera presentado por la policía como el sicario más joven del Perú, la región La Libertad se convirtió en la tierra de peligrosos adolescentes que matan a cambio de un pago o que se dedican a extorsionar a comerciantes y empresarios.
‘Escuelas de sicarios’: adolescentes son adiestrados para matar
Fuentes de la Policía de Inteligencia informaron que al menos 10 organizaciones criminales reclutan menores para convertirlos en peligrosos delincuentes. Cinco de ellas son de Trujillo y el resto, de otras provincias de la región.
Según información de las fiscalías de familia de La Libertad, el número de infracciones graves cometidas por adolescentes criminales se duplicó en los últimos cuatro años. Así lo confirmó el presidente de la Junta de Fiscales, Luis Cortez Albán. “Hay una curva ascendente que no se puede negar”, afirmó el magistrado a El Comercio.
Prueba de lo que dice Cortez son unas fotografías que ahora hace públicas la policía, en las que se observa a menores de edad posando con armas de fuego que ellos mismos mandan a fabricar en talleres locales, según información de la policía.
Las imágenes fueron encontradas por los agentes en una página de Facebook de la organización criminal conocida como la Banda del Wilo, que encabeza Wilder Rafael Morillas ‘Wilo’ o ‘Mudo’.
En las imágenes encontradas, ‘Wilo’ o ‘Mudo’ posa con siete sujetos, seis de ellos menores. Estos portan revólveres, pistolas y hasta una escopeta retrocarga. Según la policía, la imagen fue tomada en el 2011, cuando algunos de los adolescentes tenían 13 años. Todos ellos, según la policía, siguen delinquiendo en la actualidad y algunos aún son menores de edad.
Los agentes del orden contaron que ‘Wilo’ o ‘Mudo’, actualmente recluido en el penal El Milagro de Trujillo, reclutó a los menores para disputar el cobro de cupos a empresarios y transportistas con Los Cagaleches de Virú, una de las bandas más peligrosas de toda la región y cuyos cabecillas también están presos. Esta banda también formó su ejército de menores para seguir delinquiendo.
Las cifras van en aumento
“En el caso de mi fiscalía, si en el 2010 hablábamos de 2 o 3 casos de infracciones graves al mes, hoy tenemos un promedio de ocho”, contó el letrado Giovanni Milla Risco, de la Cuarta Fiscalía de Familia de Trujillo.
Por aquellos años, entre las seis fiscalías de familia de La Libertad se reportaron alrededor de 280 denuncias.
Sin embargo, las denuncias se multiplicaron. El año pasado se registraron un promedio de 560 infracciones graves.
Ante esta situación, el presidente de la Junta de Fiscales, Luis Cortez, expresó a este Diario que se debe incrementar de 6 a 12 años la pena a los menores que cometen infracciones graves como extorsión, sicariato o robo agravado. “Creo que ya es tiempo de que se revise el Código de los Niños y Adolescentes”, sostuvo.
El jefe de la Región Policial Norte, general PNP César Gentille Vargas, afirmó que es evidente el crecimiento del número de adolescentes infractores. “Ellos suelen participar más en crímenes desde los 16 años”, dijo.