Redacción EC

Cuando los arqueólogos y Édgar Bracamonte decidieron intervenir en el sitio arqueológico El Chorro, ubicado en el distrito de Pomalca, a 12 kilómetros de , pensaban que no hallarían gran cosa. Era el 20 de octubre del 2009 y ellos sabían que los huaqueros habían revisado muy bien ese lugar. Sin embargo, la excavación fue toda una sorpresa. En solo dos meses se hallaron 600 objetos en 33 tumbas de importantes personajes de diversas culturas. El lugar fue un cementerio utilizado entre los años 500 a.C. y 1.300 d.C.

Parte de este invaluable hallazgo ya se puede conocer. Un total de 127 piezas encontradas en El Chorro se exponen desde hoy en el museo Tumbas Reales de Sipán, ubicado en Lambayeque.

La muestra es gratuita y estará abierta durante dos meses en una sala contigua a los ambientes en donde se exhiben las joyas del Señor de Sipán.

La exposición está compuesta por piezas de cerámica, metal y telares.

Objetos sorprendentes
La tumba intacta de un niño fue uno de los hallazgos que más impactó al arqueólogo residente del proyecto de rescate de El Chorro, Édgar Bracamonte, porque en la parte medular del fardo se encontró un objeto metálico de 65 centímetros. Hoy es sometido a un riguroso estudio porque se desconoce si el artefacto fue un arma o una herramienta de trabajo.

“Esta pieza de cobre es todo un misterio porque en un extremo tiene la forma de un cuchillo y en el otro se asemeja a una herramienta de producción”, sostiene el arqueólogo.

En otra de las tumbas, los científicos también encontraron decenas de objetos de cobre como puntas de lanzas y cuchillos rústicos que serían los primeros tumis, que años después fueron perfeccionados por las civilizaciones Moche y Lambayeque.

Entre los objetos de metal también se halló un ornamento de cobre dorado semejante a una nariguera. Los arqueólogos están seguros de que no pertenece a ninguna cultura peruana y que habría sido una pieza de intercambio con otras poblaciones del norte de Ecuador y Colombia.

El director del Museo Tumbas Reales de Sipán, Walter Alva, explicó que en El Chorro ocurrió una superposición de culturas; en el lugar se hallaron tumbas de los períodos: Formativo, Lambayeque, Chimú y Chimú-Inca.

“La importancia del descubrimiento radica en que en El Chorro se originó la metalurgia del cobre en Lambayeque. Hemos hallado ornamentos, armas y herramientas que son símbolos de estatus, y que están relacionados con actividades productivas”, aseguró el arqueólogo.

Alva también pidió apoyo para conservar El Chorro, ya que se encuentra invadido por al menos 80 familias.

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