Cerca de mil personas participaron de la tercera caminata regional y primera binacional por uno de los tramos del camino inca o Qhapaq Ñan, la tradicional ruta inca reconocida por la Unesco desde el 2014 como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Esta actividad fue promovida por el Ministerio de Cultura, en coordinación con autoridades comunales de la zona.
El tramo recorrido a pie fue de 8,5 kilómetros y partió desde la Capilla Huaylluni y culminó en la ciudad de Juli, en terrenos de la comunidad Chucasuyo Ccajje, ubicada en la provincia de Chucuito. Varios funcionarios llegados desde Lima elogiaron los paisajes naturales que tenían como fondo el lago Titicaca.
“Realmente es impresionante el camino, pero hay mucho trabajo por hacer. No está descuidado, pero hay algunos sectores que tienen problemas. Con un trabajo conjunto del Ministerio de Cultura, autoridades regionales, locales y de las propias comunidades, puede ser mejorada y convertirse en un gran atractivo turístico”, expresó Giancarlo Marcone Flores, coordinador general de la sede nacional en Lima del proyecto Qhapaq Ñan.
El sistema vial andino, conocido como Qhapaq Ñan, es una extensa red de caminos que fue consolidado por los incas a lo largo y ancho de la cordillera de los Andes, uniendo seis países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
Marcone Flores también señaló que la región Puno cuenta con nueve secciones del Camino Inca, algunos de los cuales no están en buen estado y requieren una intervención para su puesta en valor. Actualmente se asigna S/1 millón a las autoridades locales al año para acciones de saneamiento físico legal.
El funcionario reconoció que ese monto presupuestal es insuficiente, por lo que demandó a los responsables de otros sectores estatales a sumarse asignando aportes económicos sustanciales para apoyar en la recuperación de los nueve tramos viales incas que están en Puno y son parte del proyecto Qhapaq Ñan.
Participación boliviana
La jornada contó con la participación de diversas autoridades y comuneros bolivianos, quienes acompañaron a los pobladores aimaras de la zona a lo largo del recorrido. Estos elogiaron la iniciativa y se comprometieron con replicar actividades similares en su país, donde también hay otros sectores de caminos incas.
La jornada, llevada a cabo en la comunidad Chacuasuyo Ccajje, empezó a las 10:00 de la mañana con un breve ritual de pago a la madre tierra. Al mediodía se hizo un alto en medio del recorrido para confraternizar compartiendo alimentos propios de la zona. Esto se conoce como el buffet andino, una costumbre aimara donde se extiende aguayos o llicllas en el suelo y se colocan los productos alimenticios cocidos para que cada quien consuma lo que desee. Al promediar las 4:00 de la tarde la actividad concluyó en la ciudad de Juli.
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