Fernando Vivas

No se escandalicen por la cantidad; el problema es la calidad. 190 congresistas es un montón, 60 más de los que hoy nos sacan de quicio, pero si comparamos con la región y con nuestros 34 millones de habitantes, es la cifra más baja. Tenemos un congresista por cada 254.992 habitantes, mientras Uruguay, en el otro extremo, tiene uno por cada 26.958. Todos nuestros vecinos tienen bastante más ‘otorongos’ que nosotros, aunque no los odian tanto. Somos, como han teorizado los politólogos Steven Levitsky, Mauricio Zavaleta, Alberto Vergara, Rodrigo Barrenechea, Daniel Encinas, Eduardo Dargent entre otros, un caso muy avanzado de descomposición de los partidos, de democracia vaciada, de estado perforado por ilegales e informales, de páramo sin reformas, que ha desarrollado anti cuerpos contra los políticos.