El inicio de una nueva legislatura en el Congreso no solo traerá consigo la elección de una nueva Mesa Directiva, sino también rotaciones en las presidencias de las 24 comisiones ordinarias.
Este es un factor que ha entrado a tallar en las negociaciones de las –hasta hoy– tres listas que postulan a presidir el Parlamento durante el último año de la actual gestión.
La reciente renuncia de Celia Anicama al Partido Nacionalista y su probable salida de la bancada dejaría al oficialismo con solo 32 miembros. Con o sin ella, el humalismo perderá una presidencia de comisión más en la próxima legislatura.
El cuadro de distribución proporcional de presidencias de comisiones arroja que al oficialismo, con 33 miembros, solo le correspondería presidir seis grupos de trabajo en el último año de legislatura. Al inicio del actual gobierno tenía nueve y perdió tres en el camino.
La última presidencia perdida, la de la Comisión de Defensa del Consumidor, fue producto de las renuncias ocurridas en los últimos seis meses: Roberto Angulo, Rogelio Canches, Jaime Delgado y Sergio Tejada.
Por ello, en agosto próximo, los oficialistas deberán decidir cuál de las siete comisiones que presiden tendrán que ceder a otro grupo: Constitución, Defensa, Energía y Minas, Inclusión Social, Inteligencia, Presupuesto o Transportes y Comunicaciones.
Sea cual fuere la comisión que suelten, esta deberá pasar a manos de la bancada de Dignidad y Democracia, según la nueva distribución proporcional, pues este grupo pasó de tener seis a diez miembros. Este pase toma vital importancia en el escenario de las negociaciones que se dan por la elección de la Mesa Directiva.
Esto debido a que Dignidad y Democracia –formada por ex nacionalistas– podría pedir la comisión que más le interese a cambio de su apoyo a la lista de Gana Perú o, en su defecto, a la lista que esta bancada apoye.
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