Alvia Ramos no oculta su tristeza y se aguanta las lágrimas mientras raspa pencas de sábila, cuya savia utiliza en su negocio de venta ambulatoria de emoliente en varios puntos de Cali. Según ella, solo por bondad le dio asilo en su casa a Rodolfo Orellana, ex esposo de su hermana Suny. Alvia y su esposo Germán Pizarro accedieron a conversar con El Comercio en su casa, la misma desde donde ayer la policía colombiana capturó a quien se había convertido en el peruano más buscado. La pareja desmiente que tengan antecedentes delictivos y la mayor María González, de la seccional de investigación criminal de Cali, lo confirma.
— Señora Ramos, ¿desde cuándo se encontraba el señor. Orellana en su casa?
Hace solo 4 días que había llegado. Él es realmente mi ex cuñado. Hace como 9 años que no vive con mi hermana.
— ¿Usted sabía que el señor Orellana estaba huyendo de la justicia peruana?
Sabía por el periódico.
— Entonces, ¿por qué si ya no es familiar suyo lo recibe en su casa?
Él vino y me dijo: “Vea, cuñada, le voy a comentar esto”, y me comentó lo que sabemos. ¿Y cómo uno no le da la mano a un paisano? Además, el pobre tipo está tan enfermo. Él sufre del colon y toma pastillas para el corazón. Él está así de flaquito [muestra el dedo meñique]. Además, es el papá de mis sobrinos. Mis sobrinos me lo pidieron: “Tía, mira en qué le puedes colaborar”, me dijeron. Me imagino que lo pescaron por eso, por estar llamando a los hijos.
— Según la policía, Orellana venía huyendo desde hace meses, cosa que podía hacer gracias a la gran cantidad de dinero que posee.
Esas son puras mentiras. Tenía cuatro días de haber llegado y no tenía ni para su pasaje. Está vuelto nada. No ha pagado la universidad de sus hijos. Y si tuviera plata, me hubiera dado, ¿no le parece? No tiene dónde caer muerto. Me imagino que en lo que trabajaba era para defenderse. Él es un perseguido político. Él tiene muchas grabaciones en el Perú.
BUSCABA ASILO POLÍTICO
Cabe aclarar que Germán Pizarro no contestó preguntas, ya que considera que la mala información ha perjudicado su buen nombre y a su familia. Sin embargo, declaró:
“No tengo ningún antecedente en Colombia y no he sido investigado jamás por delito alguno. Se está cometiendo una injusticia con nosotros tanto como con el Dr. Rodolfo. Me gustaría que supieran quién soy yo. Y si con la misma ligereza que me están catalogando a mi están catalogando a Rodolfo [Orellana], es verdad lo que él decía. Él me dijo que venía a tramitar un asilo político acá, porque sencillamente él allá no tenía las garantías, que estaba peleando con una parte del gobierno corrupta y que iba a ser muy difícil que él ganara allá. Por eso quería hacer la pelea desde acá, con un justo asilo político, y sencillamente él miró las posibilidades, por eso estaba acá. Quería [estar], como en algún momento estuvo Alan García, con asilo político.
Momentos después de finalizar la entrevista, y gracias a una llamada que Orellana hizo a Pizarro, El Comercio pudo preguntarle brevemente sobre su situación. Él solo contestó: “Señorita, discúlpeme, estoy detenido. No puedo hablar”.
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