Néstor Popolizio está ejerciendo un liderazgo en la presión de la región por apoyar la transición venezolana hacia elecciones libres. El canciller del Perú ha hablado con el presidente interino Juan Guaidó y está en permanente contacto por WhatsApp con los cancilleres del Grupo de Lima y líderes de la oposición a Maduro.
—El 4 de enero se reunió aquí [en Torre Tagle] el Grupo de Lima. ¿Previeron lo que iba a pasar? ¿Están aplicando alguno de los acuerdos?
La verdad es que sí. Decidimos enfatizar lo ilegítimo del gobierno que iba a asumir Maduro el 10 de enero. Eso era coherente con el 21 de mayo del 2018, cuando desconocimos las elecciones porque no tuvieron los mínimos estándares democráticos. Como consecuencia de eso teníamos que declarar ilegítimo el gobierno de Maduro que iba a asumir el 10 y darle total respaldo a la Asamblea Nacional.
—O sea, la reunión se hizo el 4 ya en previsión de lo que se venía.
Todo estaba coordinado para que el 4 le diéramos un mensaje muy claro a Maduro para que no asuma el poder. Una vez que asumió lo declaramos presidente ilegítimo y le dimos el respaldo a la Asamblea Nacional, que es el único órgano elegido democráticamente el 6 de diciembre del 2015. Con el resto de instituciones ya sabemos lo que ha pasado.
—El primero en reconocer a Guaidó ha sido EE.UU. ¿Fue una coincidencia?
Es una coincidencia en la medida en que cuando se manifiesta un país que no necesita coordinar con otros, le es más fácil. Nosotros tenemos que hacer consultas de comunicados a nivel del Grupo de Lima. Pero en principio todos estamos de acuerdo en apoyar un proceso de transición en Venezuela que respalde al presidente interino para que se consolide un gobierno de transición y llame a elecciones lo más pronto posible, en estricto apego al marco constitucional venezolano. Lo único que hacemos es respaldar a un presidente interino que cumple la función de recuperar la democracia en Venezuela y alejar el sufrimiento por el que pasan todos los venezolanos. Somos testigos de excepción de esta crisis, porque se ha producido un éxodo masivo.
—La crisis es exportada hacia nosotros. ¿Eso nos da una razón adicional, no para intervenir, pero sí para preocuparnos más por lo que pasa en Venezuela?
Sí. Nosotros hacemos un seguimiento de lo que pasa, estamos en contacto directo con actores de la oposición y sabemos que el proceso tiene varias dificultades. Una de ellas es lo que el presidente Juan Guaidó denominó la necesidad de contar con el respaldo de los militares para el proceso de transición democrática y mencionó el acuerdo de amnistía que había tomado la Asamblea Nacional y que debe ser difundido entre los elementos de la milicia.
—He oído que los cancilleres del grupo se comunican fluidamente por WhatsApp.
Nos comunicamos de manera muy fluida con las alternativas que nos da la tecnología. Estamos en contacto no solo a nivel de cancilleres sino de coordinadores del grupo, a nivel de viceministros y directores de las áreas políticas.
—¿Ha contactado con Guaidó?
Hemos tenido contacto de manera personal. He hablado con él un día antes de que se proclamara como presidente interino.
—¿Puede revelar algo de lo que conversaron?
Le manifesté que tenía el respaldo del Perú, que tenía el respaldo del Grupo de Lima, para el proceso de transición democrática que estaban emprendiendo. Él todavía no se había pronunciado ni proclamado como presidente encargado de Venezuela. En el momento en que lo hizo, lo respaldamos.
—Las palabras son importantes en diplomacia. ¿En cuál se han puesto de acuerdo para referirse a Guaidó?
Lo hemos puesto en el comunicado como presidente encargado de Venezuela, pero periodísticamente se está usando el término de presidente interino. Lo importante, para esclarecer la situación, es que es un presidente encargado de un proceso de transición.
—Un presidente sin gobierno.
Un presidente sin gobierno que necesita consolidar un proceso de transición para poder convocar elecciones democráticas libres y justas en Venezuela.
—La llamativa presencia de EE.UU. hace resucitar los fantasmas de la ‘invasión gringa’. ¿Qué hacer para contrarrestar esa percepción que algunos quieren alimentar desconociendo que esto es más una preocupación de la región que de EE.UU.?
Si uno se retrotrae un poco, se va a ver que la iniciativa del Perú viene de dos años atrás. En esa iniciativa no estaba presente el gobierno norteamericano y no está presente hoy en el Grupo de Lima. Hay una coincidencia en el objetivo final, que es la recuperación de la democracia para Venezuela, y ello reúne a un conjunto de países, no solo incluye a EE.UU., sino a países de la Unión Europea. Guaidó tiene la tarea de la transición democrática. Esa transición debe ser pacífica y por esa razón condenamos el uso de la violencia por el gobierno de Maduro que ya ha causado 26 muertos.
—La actitud de México ya estuvo clara el 4 de enero, ¿no?
El 4 de enero México planteó su postura de no intervención y que no iba a acompañar la declaración del grupo, pero tenemos un diálogo muy fluido, es nuestro socio en la Alianza del Pacífico y tenemos una relación bilateral bastante buena.
—Uruguay ha optado por una posición similar a la mexicana.
Efectivamente y lo vimos en su propuesta [de diálogo], que el presidente Guaidó ha rechazado porque no cree en falsos diálogos que permitan la perpetuación de Maduro. Esperamos que la comunidad internacional tenga una participación en aislar al régimen de Maduro y ese aislamiento se exprese en sanciones como congelar cuentas de su cúpula.
—Ese fue un acuerdo del grupo. ¿Hay un ejemplo ya cumplido?
El caso peruano. Lo hemos aplicado de manera inmediata. Tenemos una lista de 100 miembros de la cúpula de Maduro colocada en migraciones.
—¿Cómo está la situación de los peruanos allá?
Tenemos una cantidad importante, entre 80 mil y 100 mil. Nuestros consulados en Caracas y Puerto Ordaz están atentos a prestarles atención. Hace un par de años retiramos al embajador y a partir del 10 de enero hemos llamado en consulta a nuestra encargada de negocios.
—En la medida en que ya hay teorías del complot sobre intervenciones militares, ¿qué mensaje puede dar a quienes creen en ellas?
La salida tiene que ser pacífica, debe haber una transición a la democracia sin uso de la violencia. El grupo ya se ha pronunciado, como lo ha hecho el Perú, en contra de cualquier intervención militar.
—Tenemos un contingente de más de medio millón de migrantes venezolanos. ¿Cómo usar el impacto de esta migración de forma creativa en la solución de esta crisis?
En primer lugar, la historia nos ha demostrado que todas las migraciones son positivas porque enriquecen a las sociedades de acogida. El otro aspecto es que la causa de la migración está vinculada a la dictadura que ha generado la crisis. Yo creo que si se resuelve el problema de la dictadura, saliendo de ella y estableciéndose un gobierno democrático, se va a revertir el éxodo de migrantes.
—¿Hay información sobre sus expectativas de retorno, su capacidad de hacer remesas?
Nos falta obtener más información sobre eso. El sistema financiero no tiene correspondencia con la banca venezolana. Las remesas se producen pero no sabemos mucho de ello. Pero estoy seguro de que estamos viviendo el inicio del fin de la dictadura de Maduro y eso obviamente va a revertir el éxodo masivo de migrantes que se da desde el 2015 y que supera los 3 millones.