Jaime de Althaus, Alicia del Águila y Juan Paredes Castro participaron en la mesa redonda que se realizó en la sede de El Comercio y que fue moderada por la editora adjunta de Política, María Alejandra Campos. (El Comercio)
Jaime de Althaus, Alicia del Águila y Juan Paredes Castro participaron en la mesa redonda que se realizó en la sede de El Comercio y que fue moderada por la editora adjunta de Política, María Alejandra Campos. (El Comercio)
Maria Alejandra Campos

Los temas pendientes para discutir en el país respecto al mejoramiento de nuestra democracia son diversos. Sin embargo, existen algunos que generan consenso. Por ejemplo, la reelección de congresistas, aunque impopular entre la opinión pública, ha sido respaldada por casi todos los analistas políticos. Esta mesa redonda no es la excepción. Sin embargo, los invitados son conscientes de que, dado el amplio porcentaje con el que la no reelección fue aprobada en el del 9 de diciembre, es inviable intentar revertir la decisión. Tampoco consideran realista volver a debatir la .

Jaime de Althaus: Luego de que el 91% votase en contra de la bicameralidad, la pregunta es qué hacer para tratar de remediar esta situación. Creo que se podrían plantear tres medidas. La primera sería que la insistencia del Congreso ante una ley observada por el Ejecutivo solo pueda ser aprobada por los 2/3 del número legal de congresistas (como es en casi todas las democracias) y no solo por la mitad más uno, como es ahora. Lo mismo para las exoneraciones de segunda votación o del pase a comisiones.

La segunda es crear en el Congreso una oficina de análisis de impacto regulatorio y económico de los proyectos de ley, cuyos informes no tengan necesariamente poder vinculante pero sí sirvan como una referencia tanto para el legislador como para la opinión pública. El parlamentario Alberto de Belaunde planteó a inicios de este Congreso un proyecto de ley para crear dicha oficina, pero no ha sido considerado hasta ahora.

Por otro lado, las reformas para fortalecer los partidos políticos incluirían contar con distritos electorales más pequeños, uninominales o binominales, con un mayor número de congresistas; y eliminar el voto preferencial. Subir la valla a las alianzas, para que no sea una manera de saltar la valla del 5%. Además, que los partidos tengan la obligación de participar en todas las elecciones generales y en todas las subnacionales con candidatos por lo menos en el 50% de las circunscripciones. Y, finalmente, que cuenten con elecciones internas organizadas por la ONPE.

Alicia del Águila: Creo que lo primero sería preguntarnos qué queremos reformar, cuáles son los problemas de fondo de nuestro sistema político. Por ejemplo, el tema de la mejora de los partidos que, por supuesto, es importante. Durante años la reforma política ha avanzado bajo el supuesto de que lo que hay que hacer es mejorar los partidos, estos partidos, y hemos creado una suerte de búnker que no tiene parangón en América Latina y las naciones occidentales. No hay nada parecido en el paquete de restricciones que tienen los sistemas políticos; es decir, en número de firmas requeridas para inscribir un partido estábamos a nivel de Panamá, pero Panamá ya hizo su reforma. El porcentaje de 4% de firmas requeridas lo único que demuestra es la capacidad de tener dinero para recabarlas. Tenemos a un Julio Guzmán, a una Verónika Mendoza que son los que tienen mayor aprobación entre la opinión pública, pero no pueden participar. Entonces, aquí tenemos un problema de oxigenación del sistema político. Habría que abrir la cancha para mejorar la representación.

En el Congreso, la representación supone dos problemas. El primero es el número de parlamentarios. No existe conexión con los electores porque la proporción de ciudadanos por congresista es muy amplia. El segundo es que el Perú es un país muy diverso y por ello se ha terminado optando por un sistema de representación proporcional, a diferencia de uno por distritos uninominales o binominales.

Juan Paredes: Yo incluiría una reforma del sistema presidencial. Es una presidencia que no tiene los candados ni la fuerza necesaria para autoprotegerse y el presidente de la República no tiene debajo de sí una estructura o superestructura burocrática muy bien afinada como debería corresponder a una Presidencia de la República. Cualquier ministro del Gabinete de Vizcarra tiene una mejor estructura burocrática de funcionamiento: asesorías y cuerpos de consulta mucho más afinados que los del propio presidente. Él prácticamente funciona sobre un vacío de poder.

Otro tema importante me parece que es el de la representación. El entrampamiento de una reforma ideal en esa dirección radica en la impopularidad de poder invertir en política. Si queremos una política de calidad, entonces tenemos que invertir en un Congreso de calidad, un Congreso bien representado. Pero como ese Congreso bien representado cuesta mucho y como arrastramos una ola de varios años de tener congresistas impopulares, muchos de ellos impresentables, se descarta la posibilidad de asumir un mayor costo.

Si queremos que un congresista tenga identificación con sus electores, estos deben estar circunscritos a distritos electorales más pequeños. Cada ciclo de votación es el distrito electoral el que decide si reelige o cambia a sus representantes. Hay una identificación, hay una relación directa. Ese es un problema a resolver de la representación, pero nos vamos a ir quedando cortos porque lo que más pesa es la popularidad y eso es un desastre.

DATO
28 proyectos sobre bicameralidad se han presentado en el Congreso desde 1995. El del referéndum fue el único en llegar al pleno.

FICHAS
JAIME DE ALTHAUS
Periodista y antropólogo
Fue director y conductor del programa “La hora N”, en Canal N, por 17 años. Es autor de “La revolución capitalista en el Perú” (FCE), entre otros libros. Es columnista en la sección Política de El Comercio.

ALICIA DEL ÁGUILA
Analista política
Es socióloga de la Pontificia Universidad Católica del Perú y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Actualmente es docente en la PUCP.

JUAN PAREDES CASTRO
Analista político
Durante sus más de 38 años de trabajo en El Comercio, fue editor de las secciones Internacional, Política y Opinión, entre otros cargos. También fue codirector interino del Diario. Actualmente es columnista.