La Mancha tiene alrededor de 350 etiquetas de vinos de todo el mundo, cuidadosamente seleccionadas por José Cuenco, el dueño de este espacio.
La Mancha tiene alrededor de 350 etiquetas de vinos de todo el mundo, cuidadosamente seleccionadas por José Cuenco, el dueño de este espacio.
/ La Mancha
Diana Gonzales Obando

¿A quién no se le ha derramado algunas vez un poco de y se ha quedado manchado para siempre? Imposible de borrar, así como el gusto por el vino, esa mancha se convirtió en el nombre de un local en Miraflores donde compartir y conversar alrededor de una botella es el mayor de los placeres.

“Una mancha de vino es difícil de sacar de la misma manera que cuando un vino te marca y te mancha el corazón. Te enamora para siempre”, nos dice José Cuenco, creador de La Mancha, una vino-jamoteca en Miraflores donde se puede pasar un buen rato comiendo y probando los mejores vinos del mundo.

José Cuenco escoge cuidadosamente cada una de las etiquetas que ofrece en La Mancha.
José Cuenco escoge cuidadosamente cada una de las etiquetas que ofrece en La Mancha.
/ La Mancha

En Perú, decir ‘mancha’ hace referencia al grupo más cercano de amigos, por lo que la idea del nombre se redondeó de inmediato. Cuenco nació en Puerto Rico, pero llegó al país hace 15 años y se dedicó a la importación y distribución de vinos hasta que logró construir este espacio especializado.

No es una tienda de licores. La Mancha es un espacio tranquilo para disfrutar buenos vinos acompañados de jamones y una variedad de opciones gastronómicas, especialmente con sabores españoles.
No es una tienda de licores. La Mancha es un espacio tranquilo para disfrutar buenos vinos acompañados de jamones y una variedad de opciones gastronómicas, especialmente con sabores españoles.
/ La Mancha

“No es una tienda de licores, es una tienda exclusivamente dedicada al vino, como tienen las principales ciudades del mundo. Obviamente tenemos otras cosas como productos gourmet que complementan la experiencia del vino, así como jamones ibéricos, de bellotas, algunas conservas, tapitas y otros productos”, comenta. En La Mancha el objetivo es vivir una experiencia de sensaciones, lengua y paladar saldrán a gusto después de tomar alguna de las 350 etiquetas de vinos originales de España, Argentina,Chile, California, Italia, Portugal, Líbano y Francia o sus jamones. “No vendemos nada más que no sea vino y tienes la flexibilidad de agarrar una botella del precio que te convenga, abrirla y tomarla con calma. Hemos ido puliendo el concepto”, afirma Cuenco.

La idea es simple: ir, escoger el vino de tu preferencia, abrirlo, beberlo en ‘mancha’ --o solo-- y acompañarlo con las opciones más sabrosas para un vino como sus jamones ibéricos, productos por los cuales el local lleva el nombre de ‘jamoteca’:

“No quería ponerle vinoteca porque es un término muy usado”, agrega el dueño, es por ello que se animó por realzar sus jamones: “Es una jamoteca porque, en realidad, el jamón es uno de los tres mejores jamones ibéricos del mundo, el secadero se llama Carrasco, de Salamanca, donde los procesan con un estilo bien distinto al que conocemos. Las recetas de Carrasco llevan más de 130 años existiendo y es un jamón que al final es dulce, rico, bien amable y jugoso. La idea era juntar vinos y jamones, y se me ocurrió decirle ‘jamoteca’”.

La trucha ahumada preparada artesanalmente es también un buen acompañamiento que ofrece La Mancha.
La trucha ahumada preparada artesanalmente es también un buen acompañamiento que ofrece La Mancha.
/ La Mancha

La Mancha no es un restaurante, es un espacio para interactuar con los vinos. Como acompañamiento, además de los jamones, ofrecen alcachofas de Tudela, espárragos blancos de Navarra, panes baguette elaborados de la manera tradicional con harina de Cajamarca, garbanzos del sur de España, surtido de quesos y muchísimo más, así como una gran variedad de tapas. La Mancha se especializa tanto en vinos españoles como en una muestra de bocados suculentos del mismo país. El local cuenta con una terraza, una mesa para las catas y la jamoteca.

Una muestra de los vinos que ofrece La Mancha es la variedad de Bodega Bianchi, cuyo enólogo, , llegó a Lima hace unos días para una cata especializada y brindar conocimiento alrededor de los vinos. Bodega Bianchi está próxima a cumplir 95. Nació en Mendoza, Argentina, en 1928 y su creador, Valentín Bianchi fue una persona que buscaba permanentemente la innovación. “El hecho de que la familia siempre haya tenido el concepto de generar vinos de calidad, poner siempre al consumidor en el centro de la escena y tener una visión a largo plazo hizo que después de tantos años la gente la sigue eligiendo, no solo consumidores tradicionales; sino, también, jóvenes”, reflexiona sobre la trascendencia de la bodega el enólogo Silvio Alberto con quien conversamos a su llegada a Lima.

Desde Argentina, llegó a Perú el reconocido enólogo Silvio Alberto, chief winemaker y viticulture manager de Bodegas Bianchi.
Desde Argentina, llegó a Perú el reconocido enólogo Silvio Alberto, chief winemaker y viticulture manager de Bodegas Bianchi.
/ La Mancha

Las líneas de Bianchi buscan reflejar calidad que no se confunda con precio: “No tienen nada que ver. El concepto de calidad siempre estará presente”, sea un vino masivo como el Don Valentín que vende entre 12 y 15 millones de litros al año, o el número uno como el Enzo Bianchi. Además, generan vinos para cada segmento de la sociedad con la idea de que cada uno de ellos te pueda trasladar a su tierra de origen.

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“En La Mancha podrán encontrar el espectro de vinos de todos los niveles, desde la línea Don Valentín Lacrado que es nuestro emblema y viene bien para iniciarse, y se pasa después a vinos con mayor complejidad como Elsa Bianchi”, agrega el enólogo. Además, Bianchi tiene en La Mancha mucho más vinos que van creciendo en complejidad y estructura.

El propósito de José Cuenco, creador de La Mancha, es “quitarle la corbata al vino”, como le dijo alguna vez un amigo. “Le hace daño a la gente la alta gama, no lo critico, lo entiendo perfectamente bien, pero se excluye a la mayoría de la población porque el vino no es eso, es para disfrutar y todo el mundo puede comprar el que pueda y compartirlo con quien sea. Tiene una particularidad y es que te trae a la mesa y te hace conversar”. Para él, en tiempos como los nuestros, donde todo es electrónico, no hay nada más lindo que tener un vino y sentarse para compartirlo con las personas que uno aprecia: “Este es el lugar para hacerlo, la gente se siente relajada, no hay presión”.

Más datos

  • Ubicación: La Mancha vino-jamoteca: Av. Santa Cruz 1115, Miraflores
  • Horarios: de lunes a sábado desde las 11 am | Domingos: Cerrado.
  • Web:
  • Pedidos y consultas:

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